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EL RETO ES LA VICTORIA FUERA, MOSTRANDO ALMA ANTE UN RIVAL INVICTO EN CASA

26/11/2017

Duelo en las alturas de dos equipos que piensan siempre en clave europea y que retoman la Liga después de exigentes encuentros de ambos en las competiciones continentales

Un Villarreal CF- Sevilla FC despierta siempre preludios ilusionantes al tener los dos clubes una mentalidad ambiciosa y un decidido propósito de hacer bien las cosas. No en balde, son los dos equipos que más han crecido en el siglo XXI, aunque en el caso de la entidad nervionense ha saboreado además títulos y entorchados. Son 30 los encuentros disputados en Primera entre blanquirrojos y amarillos, con 15 victorias sevillistas, ocho empates y siete triunfos villarrealenses.

Pero, referido a los partidos en terreno castellonense, la igualdad es máxima; así, los locales suman en Liga cinco triunfos por cuatro del Sevilla, con seis tablas, marcando ambos el mismo número de goles (17). El gol- rey del fútbol-, sin embargo, brilló por su ausencia en las dos últimas citas ligueras al terminar ambas 0-0 y medirse mucho sendos rivales. En total, en los últimos ocho duelos ligueros, el Sevilla acumula un buen balance con cuatro victorias hispalenses, tres empates y una derrota (2-1) hace ahora dos años.

Los de Berizzo deben corroborar los buenos números ante este rival y trasladar fuera de casa el alma y el carácter que explaya en su fortín

Con pronóstico abierto, los de Berizzo -tras la proeza europea- han de cambiar al chip de LaLiga y exigirse el reto de ir a ganar al Estadio de la Cerámica, un campo donde los locales no han perdido en el presente campeonato y sólo han encajado un gol en cinco partidos: Betis (3-1), Espanyol (0-0), Eibar (3-0), Las Palmas (4-0) y Málaga (2-0). Por su parte, los sevillistas tienen pobres números a domicilio esta Liga y la asignatura pendiente de tratar de equilibrar en los duelos de fuera los puntos sumados en el fortín de Nervión.

En este sentido, firmó dos victorias ante Getafe y Girona (ambas por 0-1) y enlazó luego cuatro derrotas, con un balance de tres goles a favor y nueve encajados. El reto no sólo es retomar la senda de la victoria fuera de casa sino pelear porque el alma del equipo se traslade a domicilio, con todo el carácter ya demostrado y la confianza ganada por el equipo. El rival en su reciente desplazamiento europeo de este jueves logró la victoria (2-3) y, unido a la proeza sevillista, el ánimo de sendos contendientes será igualmente alto. Otra cosa será el despliegue físico.

Bakambu es el goleador local (8), junto a Bacca y Sansone (3 cada uno), sumando 14 goles de los 19 en Liga del equipo amarillo

El cuadro de Javi Calleja todavía está invicto, no sólo en casa sino en los seis partidos que lleva el madrileño como entrenador (6), con cuatro victorias y dos empates, manteniendo la puerta a cero en la mitad de ellos (3). Uno de los sellos ha sido el refuerzo de la solidez defensiva, sin perder su pegada. El hombre gol, sin duda, es el congoleño Bakambu, con ocho dianas ligueras, y el relevante dato de sumar 44 goles en sus 100 partidos con los amarillos. Es el mayor peligro local, seguido de lejos por el ex sevillista Bacca y Sansone, con tres tantos cada uno. Entre los tres delanteros suman 14 goles de los 19 que acumula el Villarreal en Liga.

El sevillismo espera ver la mejor versión de un Sevilla competitivo, con independencia del once elegido

Las zagas de ambos conjuntos han ido de menos a más en sus prestaciones; de hecho, llevan en el torneo doméstico el mismo número de goles encajados (12); el Sevilla es el que ha mejorar en ataque, con 14 goles. Los citados compromisos europeos de esta semana pueden provocar cambios en ambos equipos y las rotaciones pueden ser una de las claves. No obstante, por encima de jugadores y sistemas, la competitividad durante los 90 minutos debe marcar la mejor versión nervionense, la cual ya atesora la reciente segunda parte ante el Liverpool. Ese es el reto permanente, una vez que los jugadores sevillistas han comprobado que el talento aflora igual o mejor con la casta y el compromiso por bandera. El sevillismo espera ver el alma de Nervión a domicilio.