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Kjaer disputa el balón en San Mamés
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EL SEVILLA FC CON EL RETO DE RECOBRAR SENSACIONES ANTE UN HISTÓRICO CON DUDAS

03/03/2018
Entradilla
En un 2018 en el que la fortaleza del Sánchez-Pizjuán acumula una sola victoria mínima y dos derrotas en cuatro duelos ligueros, con 7 goles a favor y 11 encajados, llega una de las citas selectas del campeonato en la que los sevillistas siempre han dado la cara ante un Athletic Club irregular y con pobres números en Nervión
Cuerpo Superior

El Ramón Sánchez-Pizjuán quiere volver a vivir el vértigo que ha nutrido toda su historia como el templo de máxima exigencia que ha impulsado su trayectoria futbolística. Con 1.003 victorias en Liga (dos tercios de ellas logradas en casa), toca recobrar este sábado competitivo no sólo las buenas sensaciones de los mejores días sino volver a hacer de Nervión el reducto imprescindible para arropar al equipo y seguir mirando hacia arriba. Una exigencia que en casa es consustancial al apoyo decidido de la grada -sobran los ejemplos- y que debe tornarse en presión deportiva a los rivales. Ante las dos derrotas sufridas en 2018, un empate inesperado sobre el pitido final y una victoria mínima que necesitó de un Rico estelar parando un penalti, el santuario nervionense quiere reivindicar su carácter y su magia; en suma, su idiosincrasia.

Nervión busca ser el reducto fiel en el que el Sevilla de Montella crea y cimente una racha ganadora en el tramo definitivo

El Sevilla FC-Athletic Club (74º en casa) es una de las propuestas futbolísticas de calado, para disfrutar, que demanda la comunión equipo-grada y total intensidad y fútbol en el césped. Con el relativismo de los datos, los vizcaínos no ofrecen buenos números en Nervión: de 73 duelos ligueros, perdieron 44 y ganaron 10, con 19 empates.

Cuerpo Inferior

Una tendencia que se ha ido manteniendo en las últimas temporadas. Hay que remontarse a noviembre de 2011 para encontrar un pleno vasco en el Sánchez-Pizjuán (1-2) con goles de Jesús Navas, Iraola y De Marcos. Los cinco más recientes choques en Liga, junto a un empate a uno, los sevillistas sumaron triunfos, los tres más recientes (2-0, 2-0 y 1-0) sin recibir un solo gol en contra. El 2 de marzo fue el último con gol de Iborra. Este sábado hay que creer en redondear el póker de triunfos seguidos ante los del Bocho.

Aduriz (8 goles), Raúl García y Williams (5 cada uno) vuelven a ser los estiletes vascos de cara a la portería rival

Si a los vizcaínos no se les suele dar bien sus visitas a terreno nervionense, esta temporada sus pleitos a domicilio tampoco llevan una racha muy llamativa. Sólo ganaron fuera tres partidos (Eibar, Levante y Betis) de 13 intentos, acumulando seis derrotas y cuatro empates. El Athletic es de los que más empata (11) y el Sevilla el que menos (3). Lleva también balance negativo en goles (-2). Su referencia arriba sigue siendo Aduriz (8 tantos, 3 de penalti); seguido de Raúl García (5, 2 de penalti) y Williams (otros 5). Los demás goles, muy repartidos. Entre ellos, Vesga, su único gol fue al Sevilla en San Mamés (1-0), una derrota que no merecieron los sevillistas. Se da la curiosa circunstancia de que 5 de los 7 últimos goles vascos fuera de casa, tres fueron de penalti y dos por un rival en propia puerta.

Las dudas del rival exigen que no las haya en los de Montella, obligados a estar atentos y a mostrar la máxima intensidad

El que los datos del cuadro norteño en Sevilla sean pobres y el equipo de Ziganda no lleve una Liga muy brillante y esté alejado en la actualidad de los puestos europeos no determina que el nuevo compromiso en Nervión sea más asequible para los de Montella. Muy al contrario, supone estar todavía más atentos si cabe y además tratar de recuperar las mejores prestaciones en un Sevilla que precisa dan un impulso a su devenir liguero para mantener intactos sus objetivos. No caben dudas. Si el templo sevillista desea reivindicar su estatus de plaza fiable para los suyos, el equipo a su vez tiene una ocasión irrechazable para mostrar su potencial. Algo que ya ha hecho este curso y está en condiciones de volverlo a hacer.