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IX Trofeo Antonio Puerta
Primer Equipo

POR MÁS AÑOS QUE PASEN… LA EMOCIÓN NI SE DISIPA NI SE TRANSFORMA

11/08/2017
Entradilla
Un año más, Aitor Puerta pisó esa banda izquierda por la que su padre obraba la magia
Cuerpo Superior

Por más años que pasen, por más ediciones del Trofeo Antonio Puerta que se celebren, por más veces su nombre resuene en Nervión… La emoción y los sentimientos que despierta este homenaje a la Zurda de Diamantes siempre será la misma. Siempre será aquella que evoca a sus mejores carreras pegado a la cal, a su sonrisa perenne, a su casta y coraje a la hora de defender el escudo sevillista. Aquella que nunca deja de poner los vellos de punta, que te encoge el corazón y hace que aparezcan en tu mente esas imágenes que aquel mes de agosto de 2007 no dejaban de merodear en tu cabeza.

Y más cuando su vástago, Aitor Puerta, zurdo como su padre, pisa el césped del Sánchez-Pizjuán para, de la mano de los dos capitanes de la contienda, visite esa banda por la que tantas veces hizo vibrar Antonio. Nico Pareja y De Rossi, casualmente con el 16 a la espalda, le acompañaron para llenarla de flores. Tras lo que, como es tradición, hizo el saque de honor.

Y de emoción en emoción, la siguiente al cumplirse el minuto 16. Un cántico, el de su nombre, que cada trofeo suena diferente, cargado de sentimientos, de recuerdos y de respeto. Y esta noche no iba a ser menos. Un cántico que resuena, y fuerte, en Nervión, en su barrio, en el que le vio crecer. Y que insufla de orgullo a un vástago que, con los años, ha ido entendiendo el respeto y el cariño que el sevillismo le profesa a ese niño que, como él, se crió en la carretera de Utrera.

Cuerpo Inferior

Una noche de sentimientos, de emoción y de homenaje que continuó en el palco, donde durante el receso del encuentro, Aitor recibió su abono de esta temporada, material escolar y un bonito cuatro que reproduce, con total exactitud, el mosaico que luce en fondo con la imagen de su progenitor.