Lo hizo todo para ganar, pero la de este domingo más que del Sevilla era la mañana de Sergio Asenjo. Poco o nada se le puede reprochar a un Sevilla que protagonizó y apabulló, que encerró al Villarreal pero que no pudo doblegarle por la sensacional actuación de su guardameta. El Sevilla se estrelló una y otra vez ante el portero amarillo, que desbarató ocasiones clamorosas y le detuvo una pena máxima a Nasri.
Sólo la monumental actuación de Sergio Asenjo explica que el Sevilla FC perdiera dos puntos ante el Villarreal. Perdiera, porque la sensación que queda es ésa. El conjunto de Jorge Sampaoli fue dueño y señor de principio a fin pero no supo convertir en el marcador su tremenda superioridad. Con un dibujo netamente ofensivo, jugando con dos delanteros y Vitolo de carrilero izquierdo, salió lanzado. En el primer minuto Jovetic, sobre el que se cometió penalti no señalado por Undiano Mallenco, tuvo un remate clarísimo, que salió fuera. Aquello fue un aviso de lo que iba a llegar. El Sevilla, siempre bajo los tiempos de un Nasri que se ofrecía y transmitía mucha confianza, elaboraba el juego, tocaba bien y con paciencia desarbolaba a un Villarreal que prácticamente se colgaba del larguero. Ben Yedder de cabeza tuvo un remate certero, que Asenjo sacó milagrosamente con los pies. Luego fue Vitolo quien la mandó arriba después de una jugada excelentemente trazada. El Villarreal, agazapado, tenía sus momentos a la contra, sobre todo con Adrián, que se plantó ante Sergio Rico, pero erró en el momento clave.
La disposición netamente ofensiva del Sevilla se tradujo en un dominio abrumador
El partido llegaba al descanso con la sensación de que el Sevilla tenía el triunfo cerca. El choque discurrió por el mismo sendero en la reanudación. Aunque el Villarreal echaba el cerrojo y había muy pocos espacios, el Sevilla jugaba con paciencia y continuaba generando situaciones de gol, siempre con Nasri al mando de las operaciones. Todo parecía aclararse cuando en el minuto 51 Vitolo fue derribado por Mario dentro del área y Undiano señaló penalti. Nasri, que hasta entonces había acaparado todas las intenciones ofensivas, tomó el balón para sí. El francés buscaba un gol para redondear un encuentro espléndido, pero otra vez apareció Asenjo y blocó su lanzamiento.