El Sevilla FC tendrá que jugarse su pase a octavos de final en la última jornada de la fase de grupos en Lyon. Pocos podían pensarlo cuando arrancó el partido ante la Juve, con el Sevilla mandando y adelantándose pronto, controlando el juego con solvencia y sometiendo al campeón italiano hasta que Mark Clattenburg se erigió en protagonista. El colegiado inglés expulsó a Franco Vázquez con dos tibias amarillas y pitó un penalti que ni siquiera los jugadores italianos reclamaron con el que Marchisio hizo la igualada. En la segunda parte el Sevilla buscó la heroica, levantó a su grada con su ímpetu, pero acabó pereciendo ante una Juve que dejó pasar el tiempo e hizo daño cuando las fuerzas nervionenses languidecían. Tal fue el esfuerzo del conjunto de Jorge Sampaoli, que también fue expulsado, que cuando Bonucci hizo el 1-2 el estadio aplaudió en pleno a sus jugadores, reconociendo su sobresaliente entrega.
Clattenburg frenó un excepcional inicio del Sevilla, que mandaba y se gustaba
Poco análisis se puede hacer de un encuentro tan condicionado por el arbitraje. El Sevilla, como adelantó Sampaoli, no salió a especular. Metió a la Juve en su campo y en el minuto nueve ya ganaba 1-0 después de un gran empalme de Pareja. Sobre todo por la izquierda, con Vitolo y Escudero estelares, el Sevilla hacía muchísimo daño. La Juve respondía a fogonazos, sobre todo con Mandzukic probando desde lejos a Sergio Rico. El choque, en cualquier caso, pintaba más para el 2-0 que para el empate. Pero se cumplió la primera media hora de juego y llegó la catástrofe. Dos acciones de Vázquez, con sendas amarillas en faltas comunes en el centro del campo, dejaron al Sevilla con uno menos y bastante tocado. Tocaba remar hasta el descanso para recomponerse, pero justo en el 45 un penalti no riguroso, sino lo siguiente, de Mercado sobre Bonucci, que nadie reclamó, fue sancionado por Clattenburg para desesperación de un Sevilla que veía como se le escurría un partido que por momentos pareció suyo.