El Sevilla FC se ha despedido del Ramón Sánchez-Pizjuán con una abultada derrota en un choque en el que se acabó imponiendo el que más necesitaba los puntos, aunque el marcador acabara siendo demasiado contundente y haya deslucido en parte el final de una enorme temporada en casa del conjunto nervionense. Con un once plagado de rotaciones y canteranos, el conjunto de Unai Emery tuvo sus momentos e incluso empató el primer gol del Granada, pero al final pudieron más las urgencias de los visitantes ante un Sevilla que acabó descompuesto, goleado y sin oponer resistencia.
Emery buscó combatir las ganas del Granada con un once con jugadores no habituales y canteranos. Era una tarde para las reivindicaciones, al menos en principio, porque el choque en realidad, como en Cornellá, discurrió por otro sendero. El Granada se jugaba la vida y eso se notaba en cada lance. Sin embargo, el Sevilla, que salía con dos delanteros, Fernando Llorente y Juan Muñoz, era quien tenía las primeras y mejores ocasiones. Juan Muñoz tuvo un mano a mano clarísimo ante Andrés Fernández y también un remate franco que Ricardo Costa sacó bajo de palos.