Ni el más optimista de los sevillistas podía soñar con una noche así al descanso. Después de media hora en la que todo salió mal, el Liverpool llegó al ecuador del partido con un 0-3 que le dejaba líder de grupo y con el orgullo de romper un año de imbatibilidad del Ramón Sánchez-Pizjuán. Pero en una de esas noches que se recordarán durante años, el Sevilla FC permitió que su afición soñara con algo difícil de creer. Un doblete de Ben Yedder y un gol de Pizarro en el descuento consumaron la proeza y los de Berizzo se encaminan hacia los octavos. Bastará con ganar con ganar en Maribor o incluso con que el Spartak no gane su partido en Anfield
Lo visto horas antes en el Viejo Nervión en la Youth League se reprodujo casi a la perfección en Nervión. Sólo había transcurrido poco más de un minuto cuando en el primer córner del partido, Coutinho saca, Wijnaldum peina de cabeza y Firmino remata solo en el segundo palo para estrenar el marcador. La euforia de los prolegómenos se veía enfriada de un plumazo y tocaba empezar a remar para darle la vuelta. Escudero con un centro chut y sobre todo Nolito y Ben Yedder pudieron hacerlo, pero sus remates se fueron al poste y fuera por milímetros respectivamente. El Liverpool aguantaba y esperaba algún error para salir a la contra, pero esa desaplicación iba a llegar nuevamente a balón parado.
Media hora inicial de errores en ambas áreas dejaron el partido teóricamente sentenciado para los de Klopp
Justo antes había salvado Rico un mano a mano con Firmino enviando a córner, pero desde la esquina iba a llegar un 0-2 gemelo de su hermano mayor. Coutinho la vuelve a poner al corazón del área, Firmino peina y Mané, también en el segundo palo, se lanza en plancha para batir la meta sevillista. Si el primero había sido un mazazo, el segundo duplicó sus consecuencias y los de Berizzo pasaron por sus peores momentos, no ya en cuanto apuros defensivos pero sí en forma de descoordinación a la hora de crear juego.