El Sevilla FC acabó con más de un año de imbatibilidad en el Ramón Sánchez-Pizjuán en el partido menos indicado posible. El Betis consiguió romper la racha negativa en los derbis con un resultado pocas veces visto. Un 3-5 que obligó a los de Montella a levantarse en dos ocasiones para llegar al descanso en igualdad. Sin embargo un arreón bético puso un 2-4 casi imposible de remontar, algo que Lenglet se negaba a creer con el 3-4. Con los nervionenses volcados y la grada empujando, lo que llegó en la última acción fue el 3-5 con Sergio Rico volviendo de intentar rematar una falta.
Es difícil imaginar un inicio más cuesta arriba que empezar un derbi perdiendo a los 23 segundos de juego. Es lo que le ocurrió al Sevilla tras un error en la entrega que permitió a Fabián pegarle desde fuera del área. Su disparo cogió ángulo para hacerse imparable pese a la estirada de Rico en el segundo palo. A partir de ahí el Sevilla se hizo dueño y atacó con verticalidad, encerrando por momentos a los verdiblanco.
Un gol de Fabián a los 23 segundos obligó a empezar el choque a contracorriente desde el inicio
De hecho una falta de Banega antes del cuarto de hora significó el 1-1 para darle justicia a lo que se veía sobre el césped. Un alivio que, eso sí, duró poco por el gol de Feddal al rematar una falta de Joaquín mediado el primer tiempo. Dos mazazos para los de Montella con dos zarpazos béticos que, por suerte, volverían a tener réplica. Y es que a cinco para el descanso iba a llegar de nuevo el empate con un centro de Navas y un cabezazo de Vázquez que prolongaría a la red Kjaer. Los primeros 45 minutos, plenos de intensidad, acababan con el Sevilla empujando y la grada creyendo en la victoria.