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En lo que queda de 2020, el Sevilla FC competirá ya exclusivamente en el torneo doméstico, tanto en LaLiga como en la Copa del Rey. Anoche, en Rennes, se puso punto y seguido a la competición europea, que tanto le ha dado al equipo en este año tan diferente y que volverá en febrero con la disputa de los octavos de final de la Champions. Un 2020 que comenzó, continentalmente hablando, el 20 de febrero en Rumanía. Curiosamente, con el equipo atravesando quizás su única mala racha de aquella temporada y con un resultado de 1-1 que acabó siendo muy positivo.
Con más dificultades de las esperadas, en Nervión se lograría seguir adelante con un partido sin goles en la vuelta. Y a partir de ahí, todo nuevo con la llegada de la pandemia y la obligación de continuar con la Europa League nada menos que en el mes de agosto, una vez finalizadas las competiciones nacionales. Ahí el Sevilla se mostró inflexible y superó a sus cuatro rivales a partido único y en campo neutral para alzarse con una sexta UEFA Europa League para el recuerdo. Sin duda, el gran momento de este 2020 europeo para el club y la ciudad.
Tras superar al Cluj tocó esperar a agosto para retomar la competición
No hubo que esperar mucho para saborear la segunda competición continental del año, una UEFA Supercup que a punto estuvo de caer del lado sevillista pero que se llevó, en la prórroga, el Bayern de Múnich. Y ya en octubre la Champions para cerrar la trilogía de competiciones oficiales de clubes de UEFA. En ella el equipo ha conseguido 13 puntos de 18 posibles, lo que supone igualar su segunda mejor marca histórica en esta fase -la de la 09/10- solo superada por la 06/07, cuando sumó 15.
Además, ha conseguido mantenerse invicto durante todo el año como visitante europeo -dos empates y dos victorias-, mientras que en campo neutral lo hizo siempre durante los 90 minutos y solo cayó en la prórroga en Budapest. -cuatro victorias y una derrota-. Para cerrar el círculo y en lo que se refiere únicamente a la Liga de Campeones, ha logrado encadenar seis partidos sin caer a domicilio por primera vez en su historia en el torneo -tres victorias y tres empates- desde que cayó en Moscú ante el Spartak en 2017.