"Un entrenador no solo debe quedarse en los mensajes deportivos, ha de tener buenas reflexiones para ser un referente de liderazgo"
Campillo hablaba sobre la capacidad de alguien para sobrepasar sus límites conocidos: "Una persona puede mejorar y superar sus límites porque hay algo que aún no ha desarrollado todavía. Siempre que se esté dispuesto a ello, se puede dar la mejor versión de cada uno. Un entrenador de élite trabaja muchos aspectos referentes al liderazgo, tiene que ser una persona con credibilidad por su coherencia y su mensaje. No solo debe quedarse en los mensajes deportivos. Se tiene que trabajar la identidad, los valores, etc. A veces se puede perder la perspectiva, que siempre debe estar enfocada. Hay que tener buenas reflexiones para tomar buenas decisiones".
Lo vital del aspecto mental
"Lo mental y emocional es importante siempre. Cuando un jugador va bien de técnica y táctica, un problema con su familia puede hacer que el día de competición esté descentrado y no dé lo máximo. Hay que acompañar cada faceta para explotar sus posibilidades. Eso es dar una ventaja al rival. En una situación como la de ahora, lo mental tiene una importancia mayor, porque tenemos muchos pensamientos de incertidumbre, ansiedad, inquietud, etc. Si no lo gestionamos no podemos cambiar ese estado de ánimo, que debilita nuestro sistema inmunológico. Hay que tener una gran conciencia de esto", detallaba el coach.
"Deberíamos entender que los jugadores no son máquinas. Nadie quiere fallar. La lupa que tienen siempre les puede generar ansiedad e inquietud"
Campillo analizaba también la importancia de pensar positivamente: "El pensamiento negativo nos debilita tanto que hay que saber que eso produce una energía negativa sobre la hormona del estrés. Nos debilita el sistema inmunológico y agarrota y tensa los músculos en el caso del futbolista. Los pensamientos no son gratuitos, tienen consecuencias positivas y negativas. Y eso se entrena, al igual que la concentración, la confianza, etc".
Sobre la visión que se suele tener sobre el futbolista profesional, reflexionaba: "Los vemos como un vídeojuego, pensamos que son máquinas. Son, en primer lugar, personas, que tienen sus sentimientos y emociones. Como están siempre en la lupa de tantas personas, en muchas ocasiones les genera ansiedad e inquietud, no pueden siempre acertar. Nadie quiere fallar. Los nervios, el rival o el estado de forma hace que no siempre puedan rendir como una máquina. Deberíamos entender esto para ser más comprensivo con ellos".
"La vuelta será diferente a lo que había, pero el cuerpo y el cerebro se adaptará a ello"
Por último, el psicólogo lanzaba un mensaje sobre cómo será la vuelta a la rutina cuando todo esto esté superado: "Va a ser diferente a lo anterior. Hay que desarrollar nuevos registros y pautas. Lo más probable es que sea paulatina y vamos a tener una tendencia natural y lógica a evitar estar cerca de personas. Es un instinto de supervivencia. Será una rutina diferente a lo anterior, hay que aceptarlo y ver que podemos hacerlo. Al principio será más complicado, pero nuestro cuerpo y nuestro cerebro se amoldarán a ello. El futbolista tiene la exigencia de competir y obtener resultados y no por acelerar ese proceso será mejor, puede ser contraproducente".