Todo ello en la que podría considerarse, sin miedo al error, como la temporada más exigente de la historia del club, afrontada prácticamente sin descanso después de un verano marcado por la pandemia y por la disputa de una UEFA Europa League alzada en Colonia con toda la épica posible. Después de una temporada caracterizada por la regularidad, más allá de algún pequeño bache de resultados y pese a la exigencia a la que obligaban tanto la Copa del Rey como la propia Liga de Campeones, el Sevilla FC ha conseguido atar una plaza entre los cuatro mejores con más autoridad que nunca.
Sin ir más lejos, con cinco jornadas aún por disputar, logra ya aventajar a sus perseguidores en más de esos 15 puntos aún en juego. Hasta ahora, la clasificación para la Champions más holgada se había producido con dos jornadas de antelación, lo que ocurrió tanto en la 2006/07 como en el pasado ejercicio 2019/20. En la 2008/09 y en la 2016/17 lo logró en la penúltima fecha, mientras que en la inolvidable 2009/10, se consiguió en los últimos segundos del último partido, con el gol de Rodri en Almería. Hay que recordar que, tanto en la 2014/15 como en la 2015/16, el billete para la Champions se obtuvo a través del título de la Europa League.
Esta clasificación para la Champions no hace más que seguir dando lustre al espectacular arranque de siglo del conjunto nervionense. Desde que en mayo de 2004 consiguiera regresar a la Copa de la UEFA tras siete años de ausencia, son ya 17 presencias continentales en las últimas 18 campañas. En lo que va de siglo, se suman ya ocho clasificaciones para la máxima competición continental y nueve para la Europa League. En todo el siglo XX fueron ocho, una para la Copa de Europa, cuatro para la Copa de la UEFA, dos para la Copa de Ferias y una para la Recopa de Europa.
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