El Sevilla FC cierra un complicado 2022 con un punto de diferentes lecturas en Balaídos ante un rival directo como el RC Celta. Supo bien porque los vigueses se adelantaron en la primera parte y porque apretaron al final ante un Sevilla en inferioridad por una nueva expulsión, esta vez al canterano José Ángel. Y también es un punto con un regusto agridulce, sobre todo por lo necesitado que está el equipo de sumar de tres y porque mereció durante buena parte del segundo acto ese tanto que le diera la vuelta al marcador. Al final tuvo que conformarse con la igualada y con el estreno anotador de otro canterano, Kike Salas, en una acción de estrategia.
Ante las numerosas bajas en defensa, Sampaoli optó por retrasar la posición de Gudelj, escoltado por los canteranos José Ángel y Kike Salas, en una zaga de tres centrales. En un duelo en el que el viento se hizo muy protagonista desde el arranque, los nervionenses parecían controlar la situación en el arranque, controlando la posesión y llegando con muchos efectivos al campo contrario, sobre todo en el primer tramo del encuentro. Y aunque lo intentaba sobre todo con las internadas de Jesús Navas, lo cierto es que no fueron capaces los sevillistas de probar al guardameta Marchesín en todo el primer acto. Pasado el cuarto de hora, lo más peligroso fue un centro del propio Navas, con muchos espacios, que buscó demasiado lejos a Rafa Mir, pero Mingueza estuvo más rápido y logró despejar el peligro.
Poco a poco el Celta fue haciendo valer que el viento soplaba hacia Bono y le dio la vuelta al dominio, avisando primero con un balón interior de Mingueza que controló con reflejos Larsen antes de rematar cruzado fuera. El ex del FC Barcelona, muy proyectado en ataque, centro desde la derecha pasada ya la media hora de juego con mucho peligro, pero esta vez Gudelj estuvo atento para mandar a córner. Era el último aviso celeste, que dos minutos más tarde se convertiría en el 1-0 gracias a un gran balón en profundidad de Aspas desde campo propio, que rompió toda la línea defensiva sevillista para asistir al canterano Gabri Veiga. El delantero celtiña se plantó ante Bono y la picó con calidad para poner a los suyos por delante. Varapalo que sintieron los sevillistas, que llegaron al descanso sin una remarcable capacidad de reacción.
José Ángel vio la roja casi al final y no podrá estar ante el Getafe
Distinta fue la segunda parte, en la que el técnico sevillista mantuvo el sistema pero optó por Lamela en lugar de En-Nesyri. Los de rojo salieron con otro aire y nunca mejor dicho, porque el viento soplaba ahora a favor y eso empujó a los hispalenses a buscar a un Marchesín casi inédito en el primer acto. Aún así, el primer aviso fue de Larsen a la contra, aunque Bono actuó por dos veces de forma providencial. Justo después y a dejada de su compatriota Acuña, Lamela tuvo el empate con un disparo pegado a la cepa del poste que acabó en córner, pero justo en ese balón desde la esquina, estrategia perfecta. Córner de Jordán al primer palo y remate certero junto a misma madera de Kike Salas, que pone justicia con su primer gol en la élite.
El Sevilla ganó en confianza y tuvo dos muy claras para llevárselo, ambas con origen en Acuña. Primero con un remate espectacular desde la banda, tras marcharse de dos rivales en el córner, que el viento complicó y que Marchesín pudo tapar con dificultad. Luego, con un disparo lejano que se envenenó y cuyo rechace cayó a los pies de Óliver, que remató demasiado alto. Ahí perdió su tren el Sevilla, pues el partido se fue igualando con los cambios vigueses -Sampaoli introdujo a Suso y ya al final a Pedro Ortiz- y la segunda amarilla de José Ángel le dio alas a los gallegos. Quiso apretar el Celta, que la tuvo con disparos desde fuera del área de Carles Pérez y De la Torre, pero el punto reparte justicia en un duelo entre dos muy necesitados. Bajado el telón de 2022, llega 2023 con la Copa el miércoles en Linares y la visita a Nervión, de nuevo decisiva, del Getafe en LaLiga.