Se acabó la Copa del Rey 2022/23 para el Sevilla FC. Muy lejos ya de la imagen previa al parón del Mundial, se vio un Sevilla que quiso, que tuvo ocasiones muy claras y que no dejó de creer hasta conseguir forzar la prórroga, por medio de En-Nesyri, en el quinto minuto del descuento, igualando el tanto de Chimy Ávila. Sin embargo, cuando parecía que la montaña más alta ya se había escalado, un error no forzado en el primer tiempo de la prórroga lo aprovechó Abde, con calidad y templanza, para volver a poner el marcador en contra de los de Sampaoli. Faltaban todavía minutos pero ya sin la energía suficiente como para volver a levantarse ante un equipo, el de Arrasate, que se hizo fuerte en lo que mejor sabe hacer.
Un Osasuna-Sevilla copero es, en el imaginario colectivo del sevillismo adulto, sinónimo de partido sufrido. Sin embargo, no fue así en una gran primera parte sevillista en El Sadar. Salió el equipo de Sampaoli muy metido en el partido y siendo mejor que los rojillos, evitando el juego en la medular y enviando balones a las bandas para percutir. Desde la derecha la puso Rakitic al cuarto de hora en la primera gran ocasión nervionense, pero David García, ante la llegada de hasta dos rivales, cabeceó a córner rozando casi el palo derecho de la meta de Sergio Herrera. En siguiente jugada fue Lamela, desde el pico del área, el que buscó portería con potencia, pero el balón volvió a la bandera tras tocar en un jugador navarro. El Sevilla se sentía con confianza, cerrando bien atrás y atosigando por momentos a Osasuna en su propio terreno de juego.
Gran primera parte sevillista, que fue mejor que Osasuna pero sin encontrar el gol
Antes del ecuador del primer tiempo la volvieron a tener a la contra, muy bien lanzada por Lamela desde el centro. Sin embargo, la apertura a la izquierda para Rafa Mir no desembocó en un remate lo suficientemente potente. Los de Arrasate, por su parte, solo tuvieron una oportunidad medianamente clara y llegó a los 26 minutos, tras un centro lateral que remató en el segundo palo Kike Barja. No conectó ni dirigió bien su remate, pese a tenerlo muy a su favor. A la media hora volvió a responder Rafa Mir en una acción de juego directo que le permitió controlar y pegarle aprovechando el bote, pero el lanzamiento se va alto. En el último cuarto de hora previo al descanso desaparecieron las ocasiones pero no la intensidad del Sevilla, que siguió siendo mejor que su rival en una gran primera mitad muy alejada de la imagen de estos meses atrás.
La épica de En-Nesyri en el alargue no fue suficiente para eliminar a Osasuna
Distinta salió la segunda parte, con un Osasuna mucho más fiel a lo que se suponía como su guion de local, encimando y buscando con peligrosos centros la meta de un Bono que tuvo que sustituir a Dmitrovic al descanso. A los ocho de la reanudación la tuvo, y muy clara, Ávila, con un balón al área que se fue cerrando y un remate casi a bocajarro del argentino que tapa con enormes reflejos el marroquí. Pero el Sevilla pareció recuperarse poco a poco y empezó a acercarse con peligro, con un centro de Lamela que se envenenó y obligó a Herrera a reaccionar y con un balón de Acuña que peinó, pero no lo suficiente, Rafa Mir. Y ya dice el fútbol que quien perdona... Buen centro al área que baja Rubén García para Ávila. El argentino protege, se da la vuelta y la cruza imposible para Bono junto al poste. Golpe muy doloroso para el Sevilla, que tardó en reaccionar. Entraron Navas y En-Nesyri -Óliver había sido la segunda permuta- y Osasuna buscaba sentenciar con su juego. Oroz la tuvo desde muy lejos y Budimir, ya en el alargue, la tuvo de córner para cabecear a placer.
Pero quedaban segundos y Suso sacó su rosca en el cinco de alargue para ponerla en el área pequeña, donde En-Nesyri metió la punterita para lograr la igualada y forzar la prórroga a la heroica. Osasuna, con un planteamiento para aguantar el 1-0, comenzó algo perdido el tiempo extra ante un Sevilla espoleado por el gol. Sin embargo, tras un error en la salida, Abde se vio solo en la izquierda, dribló con templanza a Badé y la puso en el primer palo engañando a Bono para volver a poner por delante a los suyos. Sampaoli mandó arriba a los suyos y hubo muchos minutos para volcarse en área rival, pero la única clara fue un disparo desde la frontal de Jordán, a diez para la conclusión, que Herrera mandó a saque de esquina. Duro revés para un Sevilla que, en lo positivo, volvió a mostrar su cara más competitiva, pero que se quedó a las puertas de unas ilusionantes semifinales coperas en El Sadar.