Gran partido del Sevilla ante el Cádiz, un duelo directo en la zona comprometida de la clasificación que había que sacar adelante de una u otra forma. Y lo cierto es que los nervionenses merecieron de sobra un resultado que les ahorrase el sufrimiento, tanto a ellos como a la afición sevillista. Ya al borde del descanso pudo llegar el primero, pero el colegiado, a instancias del VAR, anuló el tanto de Lamela. Y aunque los de casa siguieron siendo mucho mejores que su rival y probando a Ledesma en la segunda parte, el gol decisivo tuvo que llegar a dos del final, en unas manos de Alejo tras un centro de Suso que también tuvo que ver en el monitor Hernández Hernández. Rakitic, de los mejores del partido, no falló y saca a su equipo del descenso en un momento decisivo.
Salió el Sevilla a por el gol desde el primer minuto, con un punto de intensidad e incluso de confianza que no se estaban viendo de forma habitual esta temporada. Con un Jesús Navas muy activo por su banda e incluso con atrevimiento para el regate, el palaciego puso hasta dos balones en los cinco primero minutos. El primero se fue demasiado alto como para que algún compañero pudiese contactar y el segundo sencillamente no encontró rematador. Los de Sampaoli dominaban claramente e incluso no dejaban que el Cádiz saliese de su mitad del campo, pero curiosamente en una contra, mediado el primer tiempo, Lozano iba a tener una clara oportunidad desde la frontal, pero el remate del hondureño lo mandó atento a córner Bono.
Con un juego intenso y buscando siempre la superioridad con cambios de orientación, el gol nervionense parecía mascarse y a la media hora volvió a tenerlo muy cerca Lamela. Cambiado de banda, el argentino no pudo aprovechar un magnífico pase en profundidad de Óliver ante la salida de Ledesma. En el córner inmediato, volvió a tenerla dentro del área pero no consiguió armar un disparo lo suficientemente incisivo. Mientras el Cádiz se mostraba algo dubitativo en defensa, los locales seguían intentándolo. Óliver, a diez para el descanso, cazó un rechace pero su remate algo acrobático no encontró el efecto adecuado. Y cuando todo hacía indicar que llegaba el descanso, la acción polémica del partido. Indecisión cadista, Óliver pugna con Espino, que resbala, y Navas asiste para que Lamela anote con un disparo que toca previamente en el poste.
Ya mereció el Sevilla irse al descanso por delante, pero el VAR anuló el gol de Lamela
Locura en el Ramón Sánchez-Pizjuán en el alargue del primer tiempo, que se desvaneció en cuanto el VAR llamó a Hernández Hernández a revistar la acción. El canario consideró que Óliver, pese a no tocar, partía de fuera de juego cuando pugnó la posesión con Espino, lo que le llevó a anular la jugada. No cambió el panorama en el segundo tiempo, ni en jugadores ni en actitud. Seguía el Sevilla intenso y en el sexto de la reanudación tuvo ya la primera, con un buen centro de Óliver y remate potente de Rakitic ante un Ledesma muy bien situado. No paró de insistir el equipo en toda la segunda mitad, dejando al Cádiz incluso más desactivado. Los amarillos casi no visitaron a Bono, mientras que los hispalenses acumulaban claras ocasiones de Óliver en boca de gol, o de Rakitic desde muy lejos.
Sampaoli, expulsado en una imagen muy parecida a la de Linares, movió el banquillo dando entrada a Ocampos, Rafa Mir, Suso y Montiel. Y tirando de épica llegó por fin la recompensa. Centro de Suso a cinco para la conclusión, Ocampos va al remate e Iván Alejo, que ya tenía amarilla, toca con la mano. El VAR llamó de nuevo al colegiado canario y Rakitic tomó una responsabilidad enorme, la de darle la victoria a su equipo. Con tranquilidad, el croata engañó a Ledesma y esta vez sí, hizo explotar de alegría Nervión. Tres puntos vitales que sacan al equipo de la zona de descenso a unos días del decisivo choque copero del miércoles en Pamplona. A seguir.