Otro rival directo que se marcha de vacío del Ramón Sánchez-Pizjuán. Esta vez hubo que sacrificar la portería a cero en un choque mucho más abierto y que comenzó de forma trepidante, con cuatro goles en 15 minutos. Pero con el definitivo 3-2 de En-Nesyri en el arranque del segundo acto, todo volvió a su cauce y el Sevilla supo jugar sus cartas para no volver a ver peligrar los puntos. Sin duda, por encima de todos los nombres propios destaca el del delantero marroquí, que suma su primer hat-trick con la camiseta sevillista y sigue firmando una temporada espectacular.
Se suele decir que a los entrenadores no les gustan los partidos descontrolados. Es previsible, por tanto, que tanto Lopetegui como Alguacil lo pasaron mal en el primer cuarto de hora de juego. Hasta cuatro goles se pudieron ver en ese corto periodo en Nervión, unos minutos en los que casi hubo más tantos que remates a puerta. Nada más empezar estrenó el marcador En-Nesyri, que aprovechó una rápida acción de Fernando ante la salida de Remiro para asistir al marroquí, que marcó a puerta vacía. Un minuto más tarde, acción desgraciada de Diego Carlos, que presionado por Isak la pone atrás sin mirar que Bono estaba a media salida. El brasileño, pues, introdujo el balón en su propia portería.
En-Nesyri volvió a demostrar su gran estado de forma con un arranque espectacular
Pero el partido seguía trepidante y solo dos minutos después del 1-1 llegaba el 2-1. Otra vez En-Nesyri, que nunca perdió la fe para robar al borde del área rival, se las ingenió para plantarse ante Remiro y le pegó con fuerza, haciendo inservible el intento de despeje del meta donostiarra. La situación volvía a estar controlada, pero antes del cuarto de hora y tras un saque de esquina, Isak lograba volver a empatar con un remate franco en el segundo palo. Tocaba volver a empezar, con un partido que fue de dominio alterno y en el que Bono le sacó un gran disparo a Guridi para evitar el 2-3 en el minuto 17. No quedaba otra que bajar el ritmo y el partido perdió revoluciones, aunque antes del descanso la tuvieron Jordán -con un disparo lejano- y En-Nesyri, de nuevo mano a mano con Remiro, que esta vez ganó la partida.