Tres años dan para mucho en la vida y también en el fútbol. Ese es el tiempo que ha transcurrido, prácticamente, desde que Erik Lamela aterrizara en Nervión procedente de Londres en el verano de 2021, hasta que este martes se ha despedido del club una vez finalizado su contrato con el Sevilla FC. El antepalco del Ramón Sánchez-Pizjuán se vistió de largo para despedir al atacante argentino, que deja la que ya siempre será su casa tras 92 partidos oficiales, 16 goles anotados y el inolvidable recuerdo de la UEFA Europa League conquistada en Budapest.
Un título conseguido, como siempre, tras una historia de ver para creer. Y aquel certero cabezazo ante la Juventus estuvo muy presente en el acto. Un gol que dejará la figura de Coco Lamela, por siempre, en las letras de oro de la historia sevillista. Tras un vídeo con los grandes momentos de estos tres años, incluido el golazo en aquella mágica prórroga ante los turineses, fue el turno de los que han sido sus compañeros. Desde Jesús Navas a Suso, pasando por Dmitrovic, Gudelj, Badé y sobre todo sus compatriotas argentinos.
De ahí, al capítulo de los discursos. Primero el del presidente José María del Nido Carrasco, que destacó no solo el peso futbolístico de Lamela en este trienio, sino también su espíritu y sus valores personales, que son los que permanecen cuando el futbolista una etapa. El propio Lamela, se mostró emocionado y agradecido por todo lo vivido en estas tres campañas. Por lo que se quedará en su memoria y por el sello que deja Sevilla en su familia, con una hija nacida en la ciudad. Dice adiós Erik Lamela, que antes de decidir cuáles serán sus nuevos retos, se centra en paladear lo mucho degustado con la camiseta sevillista.