La tarde del martes fue especial en el Ramón Sánchez-Pizjuán por motivos más allá de los deportivos y del punto que obtuvo el Sevilla FC ante el Valencia con el penalti parado por Bono en el último minuto de partido. Lo fue para cuatro niños invidentes, que bajo el proyecto Un gol por la inclusión, en el que participa la Fundación Sevilla FC, y con motivo del Día Mundial del Bastón Blanco -15 de octubre-, saltaron al césped del estadio nervionense en la previa del encuentro acompañados de sus ídolos, de los jugadores del Sevilla FC, para posteriormente vibrar con el emocionante choque que se dio en el feudo blanquirrojo.
La ilusión no podía ser menos que máxima. Los pequeños aguardaron impacientes en la bocana del túnel de vestuarios a que Bono, como guardameta, Gudelj, como capitán, Óliver Torres y En-Nesyri desfilasen con ellos hasta el centro del campo, donde tuvieron también la ocasión de ser saludos por los futbolistas del Valencia CF y hacerse la fotografía oficial. Fueron apenas tres minutos los que transcurrieron desde el primer momento hasta el último, pero que serán inolvidables en las mentes y en los corazones de estos chicos que vieron cumplido un sueño gracias al Sevilla FC, que demuestra así una vez más su empeño, dedicación y compromiso social por la integración y la inclusión.
Los chicos recorrieron de la mano de los jugadores del Sevilla FC desde la bocana del túnel hasta el centro del campo, donde se hicieron la foto oficial
Ya el pasado jueves estos mismos niños tuvieron la oportunidad de jugar un pequeño partido de fútbol con los jugadores sevillistas con balones sonoros y antifaces, además de lanzar a Bono unos penaltis con este balón, poniendo a prueba los reflejos del arquero. Sin duda, el pisar el césped del Ramón Sánchez-Pizjuán de la mano de las estrellas nervionenses y guiados por su bastón blanco puso el colofón a unos días de ensueño para estos chicos.
Juan Medrano, fidelidad a unos colores
Asimismo, también estuvo en el choque ante el Valencia CF Juan Medrano, socio de 80 años sevillista y también invidente. Medrano quedó ciego en su juventud tras un accidente y no se ha perdido un partido del Sevilla FC en diferentes etapas de abonado. Cuenta, cuando le preguntan, que acude al estadio porque no es lo mismo escucharlo en casa que vivirlo in situ, acompañado de su hijo que en el propio estadio le cuenta cómo se sucede el partido. Anoche, invitado al palco, el presidente del Sevilla FC le hizo entrega de una camiseta con su nombre y un recordatorio de la entidad, donde además tuvo la fortuna de poder conocer a Bono después del encuentro e intercambiar unas palabras tras detener el penalti a Gayá.