Felicidad más que justificada la de Diego Martínez, que vio a su equipo ganar el derbi chico y que acumula once jornadas sin perder: "Queríamos rebelarnos un poquito del tópico de que en los derbis no hay fútbol. Buscamos jugar con nuestra identidad, un ataque organizado y llegadas. Las tuvimos al principio aunque faltó remate y estuvimos muy seguros con el balón. Ellos, lo que esperábamos, con talento, calidad y jugadores experimentados en la categoría".
Sobr el desarrollo del partido, reconoció que hubo que sufrir al final, aunque algo que no fuera un triunfo sevillista habría sido injusto: "Hicimos méritos para irnos por delante en la primera parte y el inicio de la segunda no fue bueno, pero hicimos el gol y nos sentimos cómodos. Luego, creo que fruto del cansancio, nos desajustamos un poco por medio, lo que intentamos arreglar con Diego González en la medular y Carrillo arriba. Si solo te falta eficacia, en los minutos finales tienes que controlar al rival y saber competir".
Para terminar habló de la afición, que permitió una gran entrada en el Viejo Nervión: "Somos mucho mejores con ellos y queremos conectar. A veces lo conseguimos con los resultados y creo que lo estamos haciendo también con el juego. Cuando vienen momentos difíciles, ese empuje se nota muchísimo".