De todos es sabido que Marcelino Vaquero era un deportista con todas las letras. Destacó en fútbol, disciplina que le permitió vestir la camiseta de la selección española y con la que firmó una memorable carrera con el Sevilla FC. Sin embargo, Campanal era un verdadero atleta y no dudó en demostrarlo. Tras colgar las botas compitió en innumerables certámenes de veteranos, hasta el punto de que, en los últimos años, le resultaba cada vez más difícil encontrar rivales en su franja de edad.
Eso sí, en su etapa de futbolista profesional y aunque nunca se entrenó específicamente para el atletismo, también tuvo la oportunidad de demostrar sus innatas cualidades para el deporte. De hecho compitió en muchas disciplinas en la década de los años 50 y 60, aunque el reglamento de la RFEA en aquellos años le obligaba a hacerlo como invitado, sin que sus marcas pudieran ser debidamente homologadas. Una deuda que la propia RFEA se encargó de saldar el pasado año 2019, cuando actualizó su Cronología de los récords y mejores marcas españolas de atletismo, tras la primera edición de 2015. En esta segunda edición ya sí figuran, con los matices anteriormente comentados, las dos plusmarcas de Campanal.
Su 14.79 en triple salto tardó seis años en ser superado por los triplistas profesionales
La primera tuvo lugar en la disciplina de 100 metros lisos: "Marcelino Vaquero, más conocido como futbolista con el nombre de Campanal II, igualó también los 10.9 segundos en Avilés el 26 de junio de 1952, que en su caso no fueron reconocidos por su condición de profesional". La marca, compartida con Luis Sereix y Javier Llana, no fue superada hasta un año después, por el propio Llana.
También marcó un hito Campanal en triple salto, en esta ocasión hasta por dos veces: "A mediados de los 50, el futbolista profesional Marcelino Vaquero (Campanal II), excelente atleta, siendo el récord 14.48 de Óscar Simón, consigue unos oficiosos récords de 14.79 en Avilés, julio de 1954, y 14.61 en Sevilla, en exhibición el 18 de mayo de 1957". Habría que esperar hasta junio de 1960 para que la RFEA registrara un récord por encima de dicho 14.79. Lo logró Luis Felipe Areta, que alcanzó los 14.87 metros. Campanal nunca dejó de competir y destacó en otras muchas disciplinas como el tenis, el remo, la pértiga o el boxeo, lo que sin duda ayudó a engrandecer aún más su leyenda.