Joaquín Caparrós vuelve a su casa casi 13 años después desde que anunciara su marcha, a final de la temporada 04/05. El técnico utrerano regresa con la vitola de ser uno de los entrenadores más importantes en la historia del club nervionense, al que dirigió durante cinco temporadas, llevándolo desde Segunda División a Europa, clasificándo al Sevilla FC, de hecho, durante dos temporadas consecutivas a competiciones europeas, algo que hasta entonces sólo había lo había logrado el Sevilla FC de Manolo Cardo a comienzos de los años ochenta. Es además el entrenador en activo con más partidos en Primera (495) y el sexto de la historia en este prestigioso ránking.
A día de hoy, sólo Unai Emery ha superado sus 102 victorias como entrenador sevillista
Caparrós es toda una institución en el banquillo nervionense, habida cuenta de que se trata del entrenador que más veces ha dirigido al primer equipo en partido oficial. Un récord de 226 choques que ostenta el utrerano, que además tuvo en su poder hasta hace muy poco el privilegio de ser el técnico también con más victorias (102). Ese reconocimiento se lo arrebató Unai Emery en abril de 2016. Además, Caparrós es el entrenador que relanzó al equipo tras uno de los baches más importantes de su historia, logrando devolverlo a la máxima categoría en su primera temporada en el cargo y encadenando, dos décadas después, dos temporadas consecutivas en Europa. Tras quedarse a las puertas de una histórica clasificación para la Liga de Campeones, decidió cerrar esta primera etapa en Nervión y se marchó al Deportivo de la Coruña.
Joaquín Caparrós apareció en escena a finales de la temporada 99/00, con el equipo prácticamente descendido a Segunda División, el club confirmaba la llegada del utrerano de cara al siguiente ejercicio, en el que pese a los importantes problemas económicos se buscaba regresar a la élite con un tándem completado por Monchi en la dirección deportiva. Y partiendo del mayor arranque liguero de la historia del club, cinco victorias y un empate pusieron al equipo arriba desde el comienzo. El ascenso se confirmaría en la antepenúltima jornada, con un gol de Podestá ante el CD Tenerife. Ya en Primera, el club cayó de pie en la categoría que nunca debió abandonar y finalizó octavo con 53 puntos, a sólo uno de los puestos europeos.
Logró devolver al equipo a Primera en su primera temporada y encandenó dos clasificaciones europeas después de 20 años