Son ya diez las ediciones del Dorsal de Leyenda que ha entregado el Sevilla FC a insignes figuras futbolísticas de su historia. Este año el homenajeado era un futbolista de esos que quizás no alcanzaron el éxito en su máxima expresión, pero que tampoco lo necesitaron para permanecer en el recuerdo de los aficionados. Enrique Montero vio cortada casi de cuajo su carrera por una lesión de rodilla de la que pocos habrían logrado salir. Pudo continuar jugando, pero su trayectoria daría un giro para siempre. Montero estuvo este miércoles acompañado por muchos de los personajes principales en la historia de su vida deportiva, en un acto plagado de sorpresas.
Y al ser la décima edición, no se dejó pasar la oportunidad para recordar a los nueve anteriores Dorsales, dos de ellos, Juan Arza y José María Busto, desgraciadamente ya en el tercer anillo. A partir de ahí comenzaron a salir al atril varios de los invitados, en un acto que dirigió José Antonio Sánchez Araujo. El primero en hacerlo fue el veterano doctor José María Vilarrubias, encargado de su complicada operación de rodilla, de más de cinco horas. El galeno, en un tono muy simpático, recordó que incluso el Rey Juan Carlos le telefoneó para saber de primera mano cómo había salido todo.
Vilarrubias contó que el Rey Juan Carlos le llamó personalmente para interesarse por el estado de Montero tras la operación
Antes se proyectó un vídeo, en el que su esposa y sus hijos describieron al Enrique Montero persona, un hombre enamorado del fútbol y bondadoso por encima de todo, que siempre tuvo muy claro que, más allá del fútbol, su sitio estaba con su gente, en El Puerto de Santa María. Eso sí, dejó huella en Sevilla, desde donde antiguos compañeros como Ramón Vázquez, Antonio Álvarez, Curro San José o Enrique Lora dejaron claro que, en el vestuario, todos eran conscientes de que Enrique era un jugador especial. Pero no sólo tenía admiradores en su equipo. También sus contemporáneos en el Real Betis quisieron tener un detalle y estuvieron presentes Bizcocho, Demetrio o Biosca. Todos ellos, representados en la figura de Julio Cardeñosa, le entregaron un obsequio en este día tan especial.