Gonzalo Montiel fue protagonista este martes en 'A Balón Parado', de Sevilla FC Televisión. El carrilero diestro sevillista fue cuestionado en primer lugar por el derbi sevillano y la diferencia con lo que se vive en Argentina: "La gente aprieta acá en los derbis y se nota bastante. Son partidos únicos, se siente mucha adrenalina y te dejas llevar un poco al jugarte mucho y el clima te lleva a eso".
Entrando más en materia, se refirió a su llegada al club sevillista y a su estreno: "El fichaje se hizo muy rápido. Fue a los pocos días de jugar uno de los clásicos y hablé con los compañeros Papu, Lucas y Marcos, que me recomendaron la ciudad también cuando surgió el interés. Llegué con calor y tuve que hacer cuarentena en el hotel, justo también cuando llegó Rafa Mir. Luego, en el debut ante el Valencia salió todo. Gol, asistencia... no me dio tiempo a festejar, le pegó el defensor pero entró". Además, se sinceró a la hora de hablar sobre su forma de vivir cada encuentro: "En el campo me gusta vivir los partidos dialogando con todo el mundo. Me gusta estar metido siempre, no me gusta perder a nada desde pequeño. Uno va aprendiendo de todo un poco con el día a día, detalles que uno no tenía, picar al espacio. Suelo hacer entre 10 u 11 kilómetros por partido".
Para cerrar y centrándose en el presente, comentó las ganas del grupo por terminar la temporada cumpliendo los objetivos marcados: "Quedan ocho finales, todos los partidos son fundamentales. Nos tenemos que hacer fuertes en casa, pero yendo también partido a partido. El grupo se merece estar en Champions porque hemos luchado mucho y estamos fuertes. Cuando suena el himno en el Sánchez-Pizjuán es una sensación única, el apoyo de la gente nunca falta, quería estar acá en Europa como soñé de pequeño y estoy feliz por el esfuerzo que ha hecho también mi familia".