Llegaban igualadas a todo al duelo directo de esta noche en Podgorica, pero la situación ha quedado casi resuelta entre Montenegro y Dinamarca, cuyo capitán y pieza indiscutible es el sevillista Simon Kjaer. El central disputó los 90 minutos en el triunfo de los escandinavos por 0-1 -gol de Erikssen- que deja mucho más claro el desenlace del grupo.
Polonia goleó en Armenia y tiene virtualmente la clasificación directa. Sólo necesita un punto el domingo en su feudo ante Montenegro, a la que este traspié ha dejado ya casi sin opciones. De hecho, a los montenegrinos sólo les vale ganar en Varsovia y esperar la derrota de Dinamarca en Copenhague ante Rumanía -que nada se juega- para poder optar al play off.
Casi todos los caminos llevan a Dinamarca a esa repesca, pero una victoria aún le permitiría soñar con el pase directo al Mundial y una derrota podría dejarle fuera de todo, combinaciones éstas a expensas de lo que ocurra en ese Polonia-Montenegro.