Tercera semana consecutiva de doble compromiso competitivo para el Sevilla FC. Un hito aún bastante lejano para cualquiera de los rivales ligueros, pero un peaje más que previsto y que de momento se está sacando adelante. De hecho, más allá de la ajustada derrota en la Supercopa de España en Tánger, el equipo de Pablo Machín ha ganado los otros seis partidos oficiales que ha tenido que afrontar. Esta noche toca afrontar la visita del primero de los muchos rivales directos a los que va a tener que medirse a lo largo de la temporada. Llega a Nervión el Villarreal CF, un equipo llamado a pelear por las mismas cotas que los blanquirrojos y que viene de pinchar en casa en su estreno.
Después de sacar adelante la ida en Olomouc sin un juego vistoso pero un magnífico resultado, todo hace indicar Machín volverá a contar con los jugadores que no viajaron a la República Checa, como Mercado, Kjaer o Franco Vázquez, así como los que, pese a viajar, no participaron en el Andruv Stadion. Siempre fiel a su dibujo, el técnico soriano aspira a que los suyos vuelvan a mostrar las claras señas de identidad que tan buen resultado dieron en Vallecas y que se diluyeron ciertamente ante un Sigma que asumió riesgos para inquietar a la zaga sevillista. Y es que 17 días después de la ida ante el Zalgiris, el equipo vuelve a su casa.
Tras seis victorias en siete partidos oficiales, llega al Sánchez-Pizjuán el Villarreal, erigido en una importante piedra de toque
Con la plantilla por cerrar y los lógicos vaivenes que provoca el inicio de la temporada, el equipo se encuentra con una oportunidad para dejar claro que se camina por la senda correcta, frente a un rival que un año más se ha vuelto a reforzar de manera interesante. No faltarán viejos conocidos como Bacca o Layún, ni uno de los grandes regresos de la temporada, como el de Santi Cazorla.
Además, Javi Calleja recupera a Trigueros y Jaume Costa con respecto a la cita ante la Real, pero pierde al sancionado Nahuel. Están en el dique seco Javi Fuego, Bruno Soriano y Bonera. Un Villarreal al que además no se le suele dar demasiado bien el Sánchez-Pizjuán, donde sólo ha ganado cuatro de los 22 partidos oficiales disputados. Eso sí, no perdió en las dos últimas campañas, que acabaron con empate.