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대한민국 - Soon
El Sevilla FC ya rompió registros el pasado miércoles en la presente Champions League con sus 23 ocasiones de gol. Anoche volvió a hacerlo, en un partido en el que el equipo se encontró todas las trabas posibles para romper su buena dinámica europea en el Ramón Sánchez-Pizjuán. Sin embargo, los de Lopetegui no solo consiguieron mantenerse invictos en casa por 14º duelo consecutivo -desde la derrota ante el Bayern en abril de 2018- sino que además le dieron la vuelta a un partido que se había puesto muy cuesta arriba.
Sin ir más lejos, si logra puntuar ante el Chelsea en la penúltima jornada igualará su segunda mejor racha en este sentido, con 13 victorias y dos empates entre 2007 y 2009. Hay que recordar que el equipo no perdió ningún partido continental como local en todo el siglo XX ni en sus dos primeras participaciones europeas del XXI, hasta la derrota por 1-2 en diciembre de 2006 ante el AZ Alkmaar en la UEL.
Si puntúa ante el Chelsea, igualará su segunda mejor racha como invicto europeo en Nervión
Para más inri, ganó anoche consiguiendo algo que nadie había hecho hasta el momento. No solo se repuso a encajar dos goles iniciales, algo que prácticamente no se había visto en la historia de la Champions League con este formato. Es que además lo logró teniendo que afrontar la mitad del encuentro en inferioridad numérica. Tirando de historia, solo se le acerca en la primera de las circunstancias un duelo de esta misma competición. Fue en la fase de grupos de la 04/05 en el Santiago Bernabéu y la AS Roma se puso 0-2 a los 21 minutos con goles de De Rossi y Cassano. Raúl acortó distancias al borde del descanso, pero no fue hasta la segunda parte cuando los de García Remón remontaron hasta el definitivo 4-2, con de tantos Figo, nuevamente de Raúl y de Roberto Carlos.
Es la inferioridad numérica sevillista, ya desde el descuento de la primera parte, la circunstancia que convierte la proeza sevillista en un hecho sin precedentes en la Champions. Fue en una acción desesperada de Jesús Navas para evitar el 1-3 y que supone la segunda expulsión del palaciego en sus 530 partidos oficiales como sevillista. La anterior data de marzo de 2006, en la vuelta de octavos de la UEL ante el Lille, y en la que el canterano vio la roja directa por un encontronazo con un rival.