El Sevilla FC mostró muchas cosas en Montilivi, aunque por momento diera la impresión de que volvería a tropezar con la misma piedra de otros partidos recientes. Salió valiente, tuvo ocasiones claras para adelantarse, plantó cara a un equipo que se suele mostrar cómodo como local... y aún así se marchó al descanso por detrás en el marcador. No era precisamente el caldo de cultivo ideal como para pensar en darle la vuelta en la segunda parte, pero el equipo dio, cuando más falta hacía, una lección de que siempre hay que creer.
Así llegó el empate, a balón parado, un gol que puso las cosas en su sitio tanto en el marcador como sobre el césped. El Sevilla fue inteligente, no tuvo prisa y tuvo claro que no podía volver a perder lo que tanto le había costado recuperar. A partir de ahí, trazó un plan que acabó desembocando en un golazo de Lukebakio a dos para el final. Fue su calidad la que permitió batir a Gazzaniga, pero todo un homenaje al trabajo de equipo. Y es que el cabezazo de Saúl para dejar solo al belga en el mano a mano fue el 17º pase entre jugadores sevillistas sin que el Girona pudiese hacerse con el balón. Una acción en la que participaron ocho de los diez jugadores de campo que tenía el Sevilla sobre el césped en esos minutos finales.
22 meses después, el equipo volvió a remontar un partido en LALIGA
Justo en casa de un equipo tan alabado, y de forma más que merecida, por un fútbol que le ha llevado a disputar esta temporada la Liga de Campeones. 17 pases para marcar el 1-2 y lograr un triunfo balsámico, tanto por la recompensa como por la forma de conseguirlo. Tirando de estadísticas, hay que irse hasta septiembre de 2009 para encontrar una jugada de gol tan elaborada. Guiño del destino, ese tanto lo materializó Jesús Navas en San Mamés, para redondear una gran noche en sevillista merced a un 0-4 en tierras bilbaínas.
Además, el equipo saldó una deuda pendiente que se alargaba ya por casi dos años naturales. Y es que ha venido costando mucho terminar de voltear un marcador en contra en la competición liguera. Concretamente, han pasado 22 meses desde que el equipo consiguió el triunfo en casa ante la UD Almería, en la parte final de la temporada 2022/23. Akieme aventajaba en el primer minuto de aquel partido a los visitantes, pero, como ocurrió también en Montilivi, la reacción llegaría en la segunda mitad. Ocampos de penalti y Erik Lamela dejaban los tres puntos en el Ramón Sánchez-Pizjuán en aquel encuentro.