Objetivo: formar personas
Francisco Mesa, coordinador del centro junto a José Viñas, destaca que el modelo de residencia que ha implantado el Sevilla "ha sido muy mejorado en la última temporada. Pablo Blanco y Agustín López consideraron que la residencia era muy importante por la inversión que se hace en muchos jugadores y se amplió el grupo pedagógico. Somos siete personas dedicadas 24 horas todo el año a la vida de estos chicos".
"Un jugador se desarrolla a partir de tres áreas para construir una persona: parte deportiva, académica y familiar. Nuestro objetivo es que, si unos padres nos confían el tiempo de sus hijos y nos hace responsables de gestionar su crecimiento, la máxima es devolver una persona madura, formada y académicamente al día. Siempre al servicio de la parte deportiva", añade Mesa.
La distribución desde dentro
Los residentes se dividen en dos grupos: un primer bloque que asiste al instituto por la mañana, vuelve a comer y a descansar y realiza el entrenamiento con su equipo correspondiente. Los restantes, ya futbolistas profesionales, se ejercitan en el turno matinal y asisten a su formación académica en horario vespertino. Dentro del plan de estudios general, los jóvenes canteranos reciben además un complemento en materias que marcarán su día a día en el futuro, como el conocimiento y dominio del inglés con Jimmy Jowers o el buen uso de la comunicación a través de su propio lenguaje o en las redes sociales que imparte Juan Manuel Ávila, aspectos que marcan a un deportista de élite hoy en día tanto o más que el propio balón.
"Poder estar aquí es una oportunidad única que debemos aprovechar", destaca Darío Benavides, canterano residente
Contando con todas las comodidades posibles -servicio de lavandería, alimentación, Internet, televisión en las habitaciones-, hay un detalle que en muchos momentos pasa a ser imprescindible controlar y dominar: con apenas 15 o 16 años, estos chicos pasan muchas horas y días alejados de su entorno familiar, lo que hace fundamental el trabajo de los profesionales de la Residencia: "Al principio fue duro, porque te separas de tus padres siendo muy joven. Aquí al final estás muy bien, conoces a gente nueva, otra familia y te acabas acostumbrando", destaca Luismi Luengo, jugador del División de Honor Juvenil.
"Depende de cada persona, pero yo lo valoro mucho y si no me recuerdan cada día mis seres queridos dónde estoy. Es una oportunidad única que debemos aprovechar", señala Darío Benavides, jugador almeriense del División de Honor Cadete, con respecto a todo lo que su lugar de alojamiento les ofrece.
La Residencia de la Cantera es un lugar donde se respira sevillismo en cada rincón y no se para de buscar la mejora para el jugador
José Viñas, coordinador junto a Mesa resalta sobre este asunto que "para nosotros es muy importante seguir innovando, seguir creciendo y buscar iniciativas novedosas. Para el próximo año ya estamos buscando implementar la oferta para el jugador, así como el servicio que que les ofrecemos durante su estancia aquí"
Desde que se pone el pie en el primer escalón de la escalera de acceso a la Residencia se empieza a respirar sevillismo. Pasando por las oficinas de los coordinadores, las habitaciones, pasillos, comedor y sala de estudios todo está enfocado a crecer en blanco y rojo y a lograr un objetivo personal y deportivo con todos aquellos que, al apagar las luces, sueñan cada noche con aquello que ya lograron los que componen la fotografía que da la bienvenida en la entrada: Jesús Navas, Marchena, Gallardo o el tristemente malogrado Reyes.