El Sevilla FC se impuso ante el FC Barcelona con el sello de equipo sólido y efectivo que le ha hecho grande en las últimas campañas. El equipo de Unai Emery necesitó mucho menos que su contrario para hacer daño. Le bastó un 37% de posesión, un 31% en la segunda mitad, para lograr un triunfo que se basó en la mayor pegada. El Barça disparó dentro del área hasta en 20 ocasiones, el Sevilla, en cambio, lo hizo la mitad de veces, aunque logró el doble de goles, ambos en jugada y no de penalti como su rival.
La abrumadora posesión del Barcelona no se tradujo en peligro, en parte por la buena defensa que realizaron los nervionenses, algo que se refleja en el hecho de que el Sevilla recuperó hasta nueve balones e hizo cinco anticipaciones más que el equipo visitante.