Sobre 1900 el Sevilla FC traslada su terreno de juego al llamado campo de La Trinidad.
Estaba situado en el barrio de la Santisima Trinidad, en la Avenida de Miraflores junto a la antigua fábrica de vidrios de La Trinidad, en la conocida como Huerta San Francisco junto a la Laguna de los Patos. El propietario de la citada fábrica era Luis Rodríguez Caso y el encargado de la misma su cuñado Rafael Giménez de Aragónguada, que formaría posteriormente parte del grupo de sevillistas que registraron el Club el 14 de octubre de 1905.
El campo se situaba en un descampado dentro de un gran corralón perteneciente a la mencionada fábrica, de deformes proporciones, y que se arreglaba generalmente los fines de semana con la ayuda de varios muchachos que retiraban las piedras para evitar daños en caso de que los jugadores se cayesen. Las porterías eran de quita y pon, formadas por postes de madera en bruto donde no existían los largueros de madera, ya que estos eran sustituidos por una cuerda, con lo cual las porterías se podían alterar a gusto de los jugadores principalmente en lo referente a la altura.
Tras el paso por La Trinidad se tiene constancia de la disputa, durante un breve espacio de tiempo en 1904, de algunos encuentros en terrenos del Cortijo de Pineda, junto al campo de prácticas de Ingenieros a orillas del río Guadaíra.