En 1928 bajo la presidencia de Juan Domínguez Orborne, Barón de Gracia Real, se alquila a Pablo Armero, marqués de Nervión, una parcela de 14.300 metros cuadrados perteneciente a la inmobiliaria Nervión donde se construiría el estadio de Nervión. Para pagar el alquiler del terreno y la construcción del campo se habían emitido una determinada cantidad de obligaciones al precio de cinco pesetas. Las obligaciones tuvieron como fecha de expedición el 15 de julio de 1928. El vencimiento para el sorteo anual de 2.000 bonos el 31 de julio de 1929 y siguientes años hasta completar diez. Durante la temporada los tenedores de estas acciones podían cambiarlas por entradas de preferencia, aunque perdían los intereses que se habían establecidos en un 5% anual.
El alquiler de dicha parcela fue realmente costoso y mucho más costoso resultó ser la construcción del propio estadio. En un acta de junta directiva de fecha marzo de 1928, se lee que hay un ofrecimiento por parte del marqués de Nervión de una parcela a unos 600 metros del Puente de San Bernardo, que lo ofrecía en las siguientes condiciones: alquiler anual de 5.000 pesetas y construcción del campo (vallado y gradas) por valor de 100.000 pesetas a pagar en el plazo de diez años.
Lo cierto es que no se vendieron muchas obligaciones y el presidente tuvo que adelantar una gran cantidad para llevar a cabo aquella gran obra, dinero, que el presidente reintegraba en cómodos plazos que cobraba tras jugarse los partidos. Unas veces recibía 2.000 pesetas y otras 3.500, y así hasta llegar al total del dinero adelantado. El directivo encargado de la tesorería apartaba los gastos habituales de la programación del partido y el sobrante lo repartía en dos partes, una para pagar a los jugadores y entrenador y otra para ir acortando la deuda contraída con el Barón de Gracia Real.
En ese terreno se construye el estadio de Nervión que se inaugura el día 7 de octubre de 1928 en un partido contra el Real Betis Balompié.
Su aforo era en un principio de 12.000 localidades. Posteriormente pasó a tener 20.000 localidades y en circunstancias especiales como los partidos de la Copa de Europa o partidos contra rivales de enjundia se llegaban hasta las 27.000 localidades.
Una fecha fundamental de este estadio es la del 29 de abril de 1938, cuando siendo presidente del Sevilla D. Ramón Sánchez-Pizjuán se firman las escrituras de compra de los terrenos que ocupaba el estadio. El Sevilla adquiere no solo el solar donde está ubicado el Estadio de Nervión, si no 42.000 metros cuadrados más en los aledaños de cara a la construcción de un nuevo campo y la realización de otras instalaciones para la práctica de otros deportes. Junto al terreno de juego principal se construyó además de la caseta-vestuario y el ambigú, un campo de entrenamiento (también conocido como campo del Subcomité), dos pistas de tenis y un frontón. Los 14.300 metros cuadrados que ocuparon el estadio de Nervión se compraron al precio de siete pesetas el metro cuadrado, los 42.000 adyacentes al precio de 9 pesetas el metro cuadrado.
El montante de la compra ascendió a la cantidad de 429.000 pesetas. Para afrontar dicha compra se vuelven a emitir nuevas obligaciones al precio de 500 pesetas.
El estadio de Nervión siempre será recordado por los grandes éxitos que allí logró el Sevilla FC. Un Campeonato de Liga y tres campeonatos de Copa de España, aparte de seis Copas de Andalucía y la primera participación del Sevilla en la Copa de Europa, hoy Liga de Campeones.
En el estadio de Nervión también se llegó a jugar un encuentro de la selección española, el día 15 de marzo de 1942, con el resultado de España 4-0 Francia.