Reina Victoria. Campo de juego del Sevilla FC. Reina Victoria. Campo de juego del Sevilla FC. Reina Victoria. Campo de juego del Sevilla FC.
Temporada
1918/1928
Descripción

En 1918, debido a las obras de reurbanización que el Ayuntamiento de Sevilla debía realizar en el Prado de San Sebastián con motivo de la futura Exposición Iberoamericana, tanto el club sevillista como el resto de los clubes hispalenses debieron abandonar sus terrenos de juego sitos en aquel lugar.

El Sevilla FC se vio obligado a buscar nuevo emplazamiento, para lo cual se creó una comisión formada por varios miembros de la junta directiva, que visitaron al alcalde de la ciudad con la pretensión de que se cediese al club decano hispalense un terreno de titularidad municipal, resultando infructuosas las gestiones. Tras esto se barajaron distintos lugares, entre ellos unos terrenos en Nervión, justo donde se halla el antiguo Matadero y hoy es Delegación de Educación de la Junta de Andalucía, aunque finalmente se optó por un gran solar en la avenida de la Reina Victoria, actual avenida de La Palmera.

El llamado “campo de Sport del Sevilla FC de la avenida de la Reina Victoria” se inaugura el 21 de octubre de 1918. Se construyó tras el acuerdo obtenido entre el presidente Paco Alba -y la comisión antes comentada- y la marquesa de Esquivel, María del Pilar de Carvajal Hurtado de Mendoza, para arrendar parte de unos terrenos que tenía en la finca llamada Casablanca, situada al pié del paseo de la Palmera. El hijo de la marquesa, que era un gran aficionado al fútbol y muy sevillista, logró convencer a su madre para que el alquiler no resultara demasiado gravoso, fijándose una cantidad anual de 2.000 pesetas. Por segunda vez en su historia el club sevillista construye su estadio con fondos propios. Para la financiación del campo el club pone a la venta 100 obligaciones, al precio de 100 pesetas cada una a devolver en cinco años.

Los costes de la construcción del campo se distribuyeron entre distintas partidas. 1.350 pesetas del vallado (desmontaje de la valla del anterior campo del Mercantil y su posterior montaje en la nueva ubicación) y allanamiento del terreno de juego, obra realizada por Manuel Domínguez. Por otra parte el carpintero José Grosso Barba rodeó el terreno de juego con bancos de madera y construyó una pequeña tribuna de 10 metros de longitud, así como cuatro gradas para colocar sillas al precio de 6,75 pesetas el metro cuadrado.

Por último se realizó una caseta por valor de 3.000 pesetas diseñada y ejecutada por el arquitecto Pablo Gutiérrez.

La caseta sirvió como vestuario y como casa para el guarda del campo, en un primer momento fue ocupada por Eduardo Santizo, padre del jugador del mismo nombre, y posteriormente por Manuel Pérez, El terrible, exjugador del Club y primero de la saga de los Pérez, tan vinculada al Sevilla FC hasta nuestros días. Pero la caseta no solo fue la casa del guarda y vestuario, sino que parte de ella también fue usada como habitáculo para el servicio médico del club, algo novedoso en aquella época y de la que se hizo cargo el doctor Puelles de los Santos. Los vestuarios alojaron por primera vez en la historia de los estadios sevillanos una ducha.

“…El campo ha sufrido este año buenas reformas. Pérez se ha quedado definitivamente de guarda y vivirá en el ambigú nuevo que se ha construido de material, a cuya espalda se ha hecho una habitación para que viva con su mujer e hijos.

La habitación que tenía antes será destinada a enfermería y se instalarán los mismos aparatos de masajes. El médico es D. José Puelles de los Santos. Los jugadores del primer equipo tienen su habitación con 15 perchas para sus equipos y su ducha y lavabo (...) La otra habitación está destinada a la directiva…” (Carta del secretario sevillista Manuel Zapata al jugador Ismael Rubio).

El campo estaba dotado de todos los elementos necesarios para la buena práctica del fútbol. Contaba con gradas en los cuatro lados del recinto, y estaba totalmente cerrado.

La inauguración se realizó con un enfrentamiento entre el Sevilla FC y el Unión Sporting Club de Madrid. La primera temporada se establecieron los siguientes precios para el público: Tribuna: 1ª fila 10 pesetas, 2ª fila 9 pesetas, 3ª fila 8 pesetas, Fila de bancos a 5 pesetas. La cuota de socios pasó de 2 a 3 pesetas mensuales.

En 1924 el presidente Manuel Blasco Garzón realizó otra reforma colocando dos nuevas tribunas laterales con nuevos terraplenes de acceso y consiguiendo un aforo de más de doce mil localidades.

Este estadio alcanzó gran fama, porque en él demostró el Sevilla FC su supremacía en el fútbol andaluz, alcanzando hasta nueve Campeonatos de Andalucía. En él se jugó el primer partido de la Selección Española en Andalucía, celebrado el 16 de diciembre de 1923, ante Portugal, ganando España por 3-0 , produciéndose también el debut internacional de los dos primeros jugadores sevillistas: Spencer y Herminio. El 10 de mayo de 1925 acogió la final del Campeonato de España entre el FC Barcelona y el Arenas de Guecho.

En 1926 expiraba el periodo de arrendamiento logrando alcanzarse una moratoria de dos años más. Durante este tiempo el Sevilla FC tuvo hasta tres frentes abiertos para la consecución de un nuevo campo. Uno de ellos fue en la zona del proyectado barrio de Los Remedios, no llevándose a cabo por la negativa del Comité de la Exposición Iberoamericana de aportar las subvenciones necesarias a la constructora de los Sres. Goizueta. Esto debido a que el citado comité pretendía construir el Stadium -como así fue- en el sector sur de la ciudad. También se negoció la adquisición de unos terrenos que eran propiedad de Genaro Parladé frente al propio campo de la avenida Reina Victoria, no fructificando al no alcanzarse un acuerdo económico. Por último, se estudió el ofrecimiento realizado por el propio Comité de la Exposición para que el Sevilla se hiciese cargo de la explotación del citado Stadium tras la Muestra Iberoamericana. Las conversaciones en este último caso se mantuvieron hasta meses antes de la decisión de trasladarse a Nervión en 1928.