El Sevilla FC, con autoridad de principio a fin, dejó bien encarrilada una eliminatoria de octavos de final de Copa del Rey ante el Betis, que al menos en el primer asalto no revistió la dificultad que a priori se podría presuponer tratándose de un duelo de máxima rivalidad. Mandando desde el comienzo y con Sergio Rico como mero espectador del choque, el Sevilla se impuso con asombrosa suficiencia y sin ni siquiera forzar la máquina a un Betis que sólo se mantuvo en pie hasta que Krohn-Dehli abriera el marcador en el minuto 13, aunque bien es cierto que en el tramo final se pudo meter en el choque, desperdiciando una pena máxima, después de que en numerosas ocasiones los de Nervión perdonaran el tercero.
Pese a que todavía queda el partido de vuelta y puede ocurrir cualquier cosa, al menos el derbi de ida fue más fácil de lo previsto. Unai puso en liza un once muy parecido al que jugó ante el Espanyol, de nuevo con Cristóforo en el campo, pero con la gran novedad de Krohn-Dehli en la izquierda, una solución que el técnico vasco ha introducido en varias ocasiones pero que nunca dio mejor resultado que hoy. Y eso, pese a que su titularidad suponía la suplencia de Reyes y Konoplyanka. El danés, sin ir más lejos, fue quien rompió el choque, con una sobresaliente internada diagonal desde la izquierda, en la que partió en dos a la defensa del Betis, colándose entre Pezzella y N´Diaye y superando con clase a Dani Giménez.
La sorprendente apuesta por Kronh-Dehli en la izquierda resultó decisiva