Los sevillistas, sobre todo los más pequeños, estaban convocados este jueves en el Ramón Sánchez-Pizjuán para el entrenamiento a puerta abierta del equipo en este 5 enero pleno de ilusión. Tras la contundente clasificación de anoche en Linares para los octavos de la Copa del Rey, el plantel tenía prevista una sesión de recuperación para los titulares. Eso sí, a diferencia de lo que suele ocurrir en la ciudad deportiva en días pospartido, todos los jugadores saltaron al césped para sentir el espectacular ambiente de la grada.
En lo deportivo, la gran novedad fue la presencia de Loïc Badé, que tras confirmarse anoche como primer refuerzo invernal del equipo, completó la sesión con sus compañeros. Eso sí, hoy lo importante no era el balón sino la ilusión de los 18.732 sevillistas, la mayoría niños, que ocuparon la grada de Preferencia casi al completo, así como la zona baja de Gol Norte y Preferencia. Ya desde las 11.00 horas, una hora antes del inicio del entrenamiento, fueron poco a poco accediendo y obligando a la apertura de más y más zonas.
Y para hacer más amena la espera a sus ídolos, los Reyes Magos de Oriente salieron por el túnel de vestuarios para hacer las delicias de los pequeños sevillistas, con lanzamiento de caramelos y pequeños obsequios. Con la salida de los futbolistas se desataron los aplausos y los cánticos, muchos de ellos acompañados además de sus hijos, en un día de lo más especial en el que también acompañó la climatología. El fin de fiesta provocó el regreso al césped de Melchor, Gaspar y Baltasar, que lanzaron balones y otros regalos a una grada totalmente entregada. En definitiva, una mañana perfecta de comunión sevillista a la espera de que esta noche se desborden la magia y la ilusión del Día de Reyes.