Era otra final, una más. Los de abajo no dejan de sumar y la visita de un crecido Mallorca tras derrotar al Real Madrid obligaba a afrontar el duelo con las orejas tiesas y, sobre todo, sumar. Y no fallaron los de Jorge Sampaoli, que refrescó el equipo con titularidad para Gueye y Bryan Gil -quizás los mejores junto a Navas y En-Nesyri esta tarde-. Se fue a por el equipo insular desde el principio y dejó muy encarrilados los tres puntos en la primera parte con los goles de En-Nesyri y Bryan. La segunda parte no fue, lógicamente, de esa intensidad. El Mallorca quiso inquietar, pero el paso de los minutos sin hacer trabajar a Bono le pasaron factura. Buen salto en la tabla antes de retomar la Europa League el jueves y pensar en la salida a Vallecas del próximo domingo, en la que no estarán, por sanción, Jordán ni Gudelj.
Con la espina aún clavada de lo ocurrido en el Camp Nou, el Sevilla salió desde el primer minuto a por un Mallorca de líneas muy juntas y clara vocación de esperar el error local para buscar a su jugador franquicia, Muriqui. Con Bryan Gil como lateral zurdo y Jesús Navas milagrosamente recuperado en la derecha, el Sevilla se hizo ancho y no tardó en embotellar a los baleares. Eso sí, al principio costó probar a Rajkovic por los pocos huecos que dejaban los de Aguirre. Fue Gudelj, en el minuto 7, el que intentó reeditar su golazo en Son Moix desde fuera del área, pero el balón se fue por poco a la derecha de la portería mallorquinista. Suso, también desde más allá de la frontal, fue el primero que acertó entre palos cumplido casi el cuarto de hora, pero su disparo para culminar una larga jugada de toques en campo rival, acabó con el balón en los guantes del meta serbio.
A base de ocasiones, el Sevilla derrumbó el muro mallorquinista a la media hora
El Sevilla se hacía definitivamente con el control del juego a base de posesión y velocidad. Y En-Nesyri rozó ya el tanto en el ecuador del primer tiempo. Fue con un remate picado en el área pequeña a centro de Navas. Sin embargo, tras tocar botar y salir despedido, el esférico fue despejado a córner con reflejos por el portero del Mallorca. En la jugada siguiente, la mala salida del propio Rajkovic obligaba a su defensa a despejar bajo los palos. Y es que el público espoleaba a los suyos al verles tan superiores, en una retroalimentación césped-grada que iba a dar sus frutos antes de que se cumpliera la media hora. Gran balón en profundidad de Gueye para romper todas las líneas enemigas y control descomunal de En-Nesyri, que se deshace de todos sus rivales por velocidad y prueba ante Rajkovic, que ve como el balón se le cuela bajo el cuerpo y acaba en el esperado 1-0.
Tras el espectacular inicio de jugada de En-Nesyri, Bryan mandó a la red el segundo
Por fin había premio ante un equipo muy especializado en sacar ventaja del riesgo de su adversario. Pero los de Sampaoli no se conformaron y siguieron buscando el gol. Un cabezazo en plancha de Gueye y un disparo de Suso junto al palo que acabó en córner, fueron el botón de muestra de este incisivo Sevilla. Gueye la volvió a tener tras un vistoso recorte a pase de Bryan, pero fue a cinco del descanso cuando se iba a consumar el segundo. Gran acción de En-Nesyri para abrir a banda y ponerla en largo para Jesús Navas, que como en sus mejores años, tiró de velocidad para acabar centrando al segundo palo. No despejó Nastasic ni tampoco Maffeo, y el que llegó, ya en boca de gol, fue Bryan para marcar en el día de su vuelta a Nervión, justo en el que cumple los 22 años. Gran despliegue sevillista en una primera parte en la que, pese al 2-0, el marcador quizás no terminaba de reflejar la superioridad ante un Mallorca que apenas había inquietado a Bono.
La segunda parte fue mucho más equilibrada. El Mallorca ocupó más zonas del campo y aprovechó que los sevillistas parecían perder la medular. Pese a ello, le faltaba precisión a los de Aguirre para meterse en el partido y tanto Navas -que salió en el minuto 60 por Montiel- como Bryan, desahogaban el juego en determinadas fases del partido. Con el paso de los minutos hubo jugadores que agotaron el tanque de gasolina, como un En-Nesyri que se fajó en ataque y en defensa hasta dejar su sitio a Ocampos. En esa misma ventana, Rakitic fue el relevo de Suso. Pareció tener su momento el Mallorca, pero el paso de los minutos sin acortar el marcador fue deshaciendo el efecto ante un Sevilla que no conseguía ponerse de gol para lograr el tercero. Jordán y Acuña terminaron de refrescar a los de Sampaoli, que ya en la recta final buscaron mantener el valiosísimo botín que habían construido para dar un importante salto en la clasificación.