Este jueves 7 de septiembre se cumplen nada menos que 65 años de la puesta de largo oficial del Ramón Sánchez-Pizjuán. La casa de todos los sevillistas acogió su primer partido en 1958, enfrentando al Sevilla FC con el Real Jaén y finalizando el encuentro con empate a tres goles. Desde entonces, el coliseo de Nervión ha sido testigo de innumerables episodios históricos del fútbol nacional e internacional, con el Sevilla FC de protagonista en la mayoría de ellos.
Enclavado a escasos metros de donde se ubicaba el Viejo Nervión, mítica casa del Sevilla FC hasta entonces, el Ramón Sánchez-Pizjuán fue una ambiciosa aspiración del presidente eterno de la entidad y quien da nombre al estadio. Su construcción vino a colmar las exigencias que un club de las dimensiones del sevillista requerían y fue comandada por el arquitecto Manuel Muñoz Monasterio, quien hiciera lo mismo con el Santiago Bernabéu y Mestalla. El fallecimiento repentino de Ramón Sánchez-Pizjuán, el 28 de octubre de 1956, le impidió ver realizado el sueño de su vida. Los posteriores presidentes del Sevilla FC se encargaron de completar la obra: sólo 36 días después de su muerte se colocó la primera piedra y menos de dos años después quedaba inaugurado el estadio, aunque aún sin terminar.
La construcción del Ramón Sánchez-Pizjuán es motivo de orgullo para toda la familia sevillista, que puede presumir de haber levantado su emblemática casa sin ningún tipo de ayuda externa. Con el paso de los años y debido a las prescripciones legales, su capacidad pasó de los más de 70.000 espectadores hasta los algo más de 43.000 actuales.
No solo se ha convertido en uno de los templos más emblemáticos del fútbol, sino que es todo un reclamo turístico de la ciudad
Entre sus paredes se han disputado partidos históricos del Sevilla FC, una final de la Copa de Europa, otra de la Europa League, una semifinal de la Copa del Mundo y decenas de encuentros de la Selección Española. No en vano, el estadio es conocido como el jugador número 12 del combinado nacional por el especial apoyo que ha recibido siempre, hasta el punto de no haber perdido jamás un solo partido. Más de seis décadas después de su inauguración, el Sánchez-Pizjuán no sólo se ha convertido en uno de los estadios más emblemáticos del fútbol, sino que es todo un centro de actividades y reclamo turístico de la ciudad que trasciende a los días de partido. Su Stadium Tour es cada vez más visitado y refleja, entre otras cosas, la riqueza histórica del Sevilla FC y su estadio, así como la grandeza deportiva recuperada en este siglo XXI con kilos de plata en sus vitrinas.
En la actualidad, el principal proyecto que tiene en ciernes el club es la construcción de un nuevo Ramón Sánchez-Pizjuán. Un estadio que sea de los más modernos de Europa, sin abandonar su ubicación en el corazón de Nervión, con actividad los 365 días al año, con un aforo superior al actual para dar cabida a todos los sevillistas y que no pierda esa magia y especialidad que lo convierten en uno de los estadios más famosos del mundo.