En una temporada de tanta intensidad, si había que ganar de cualquier forma ante Las Palmas, lo que no iba a ser, seguro, era un triunfo plácido. Tocó sufrir durante más de 100 minutos para conseguir esa más que ansiada primera victoria en casa de 2025 en un momento en el que prácticamente ya no quedaban más comodines. Esta vez sí, tras hacer lo más difícil con un cabezazo de García Pascual, el equipo supo hacer lo que tocaba para que esos dos puntos no volaran del Ramón Sánchez-Pizjuán. Las Palmas quiso más de lo que pudo, pero ese insuficiente gol de ventaja para estar tranquilos obligaba a contener la respiración hasta el final. Valió la pena para un Ramón Sánchez-Pizjuán entregado a los suyos, artífice como cualquiera de los jugadores de tres puntos que acercan mucho la permanencia.
Mucha tensión en ambos equipos que se trasladó al césped nada más comenzó a rodar el balón. Mientras Las Palmas apostaba por un fútbol más pausado para llegar a la línea de tres cuartos en busca de espacios, el Sevilla quiso aprovechar la rapidez de Juanlu en una banda y de Carmona en otra para crear peligro. Ambos equipos sacaron rédito a su plan inicial en forma de ocasiones, pero sin concretar. En Las Palmas, contra conducida por Januzaj ya al cuarto de hora que acabó en un disparo demasiado suave para Nyland. En los de Caparrós, un par de internadas por la derecha con pases atrás fueron el arma más peligrosa. Lokonga le pegó demasiado alto a pase de Agoumé al borde de la media hora de juego, mientras que, poco después, el jugador cedido por el Arsenal volvía a intentarlo en una acción similar a pase de Juanlu. Aunque encontró dirección a portería, esta vez fue el meta Horkas el que evitó el tanto.
Intensísimo final de partido que acabó con la alegría del triunfo, tras más de diez minutos de alargue
En los últimos minutos todo pareció frenarse con la lesión de Kike Salas, que tras forzar para llegar a tiempo, dijo basta a nivel muscular y tuvo que dejar su sitio a Ramón al borde del descanso. Se esperaba un partido larguísimo en tiempo y en intensidad, como así fue. Lo que quizás no estaba en el guion era el gol de García Pascual a la postre decisivo en el siete de la reanudación. Falta colgada por Suso, prolongación de Agoumé -posiblemente los dos mejores esta noche- y testarazo inapelable del de Benalmádena para batir a Horkas y poner el 1-0. Casi inmediatamente, tras un regate dentro del área de Suso, el gaditano la estrellaba en Campaña. Pero no iba a ser tan sencillo. Lokonga tuvo que dejar el terreno de juego por lesión y García Pascual fue sustituido por Antonetti tras un golpe.
Las Palmas lo intentaba con más corazón que ideas, pero eso no aliviaba ni un ápice de sufrimiento a un Sevilla que no veía pasar los minutos. Suso la volvió a tener con otra falta que sacó in extremis Horkas a córner y el susto llegó a quince para el final con un gol de McBurnie, anulado por falta previa de Marc Cardona a Nyland. Nueve se alargaron, aunque hubo que esperar otros dos más. En ese intervalo, Antonetti pudo sentenciar en un mano a mano con Horkas en que le faltó ver a Lukebakio, solo, corriendo por su derecha. Hasta el último segundo fue la agonía, con una falta de Sandro Ramírez que se fue altísima para dejar paso al alivio de una gran tensión con el pitido final. Tres puntos más que necesarios que dejan la permanencia muy a tiro. Podría ser matemática, de hecho, si el Leganés no logra puntuar este miércoles en Villarreal.