GRAN GESTO DE LA PEÑA SEVILLISTA DE ESCANDINAVIA CON UN SEVILLISTA EN APUROS
Desde que comenzara la crisis económica, la vida no ha sido nada fácil para Simeón. Socio número 1396, no es capaz de entender la vida sin su sevillismo. Para este sevillista venir al Ramón Sánchez-Pizjuán durante 30 años seguidos no es cualquier cosa, es un hábito de vida, un marcado apartado de su personalidad.
En los últimos años, ha contado con escasos recursos para poder seguir sacando su abono de temporada. Gracias a la ayuda de amigos y familiares ha podido continuar con la ansiada tradición.
Venir al Ramón Sánchez Pizjuán es un marcado apartado de su personalidad
Este año se han complicado aún más las cosas, ha perdido su casa, su coche…Simeón no quería tirar la toalla y resignado ante la pérdida de sus propiedades, renunció a perder algo que forma parte de su propia identidad, su antigüedad como sevillista. Era consciente de que no sería nada fácil encontrar ayuda, pero probó suerte aprovechando la repercusión de las redes sociales y publicó un post en el grupo Guardianes de Nervión, a partir de ahí, la magia en blanco y rojo se puso en marcha hasta llegar a la Peña Sevillista de Escandinavia, quien ha hecho posible que esta historia tenga un final feliz.