El Sevilla se impuso por uno a dos en Reims en un partido que tuvo dos partes bien distintas y en la que los de Nervión ofrecieron mejor versión en los primeros 45 minutos para pasar apuros en el tramo final tras acortar distancias los franceses. El ensayo tuvo de todo, pinceladas de buen fútbol, bonitos goles, agobio final y detalles de algunos de los nuevos -de los antiguos ya conocemos las prestaciones que pueden dar-, aunque lo peor son las lesiones de Gameiro y Carlos.
Unai Emery dispuso un once completamente distinto al que alineó en Bremen. La idea de esta doble salida en fin de semana no es otra que repartir minutos y por tanto esta vez dio entrada a once jugadores que no intervinieron ayer.
El esquema, prácticamente el mismo y sobre el césped mojado de Reims, donde el tiempo recordaba más al otoño, mas caras nuevas con Ramí, Krohn Dehli, Ferreira y Konoplyanka. No defraudaron los equipos en la primera mitad. El Sevilla salió dispuesto a mejorar sus prestaciones y el Stade Reims a agradar a su parroquia, que se dio cita en buen número pese a lo desapacible de la tarde.
Una buena acción colectiva propició el primer gol sevillista
Si al minuto un buen pase de Cotán a punto estuvo de Gameiro la replica no se hizo esperar por el Reims con una acción del punta Ngog. Esa acción de Cotán fue la señal de la buena primera parte que se marcó el canterano, acomodado en la banda derecha pero buscando siempre el interior para dejar a Ferreira la banda. El brasileño es otro de los que se dejó ver con peligro.
Una buena acción colectiva propició el primer gol sevillista, al capturar Tremoulinas el balón junto al córner y ponerlo al primer palo donde Gameiro hizo a la perfección lo que sabe hacer: introducir el balón en la portería con un sutil toque. Fue una perfecta french conection. Lástima que un minuto después dejara su sitio por lesión a Juan Muñoz.