Partido atractivo y difícil con tintes de rivalidad andaluza que enfrenta este sábado en Nervión a dos equipos en crecimiento en sus respectivas trayectorias ligueras. Ambos empezaron mal y, completada una vuelta, han ido adquiriendo mejores sensaciones y nivel de juego que les ha permitido escalar posiciones en la clasificación. Los de Unai Emery han de huir de cualquier relajación, no bajar el pistón y reafirmar su momento dulce tras la inolvidable noche copera, pero ello sólo debe servir para reforzar su fortaleza como local. La tarjeta de visita de los de Javi Gracia -en racha positiva- es haber enlazando siete partidos sin perder en Liga, firmando dos victorias visitantes (Rayo, 1-2, y Levante, 0-1) y dos empates (Athletic, 0-0, y el más reciente 1-1 en Las Palmas), rubricado con dos reseñables victorias caseras ante Atlético de Madrid (1-0) y RC Celta (2-0). Sin duda, el Málaga es un rival en alza y en el Sánchez-Pizjuán se muestra siempre especialmente motivado.
Tras 8 victorias en casa, el Sevilla se mide a un rival que no perdió fuera sus últimas 4 salidas
El duelo tiene todos los alicientes para afrontarlo con la máxima concentración e intensidad. Una cita que requiere dar de nuevo la mejor versión para mantener el templo nervionense como un fortín ante un Málaga, siempre incómodo para los locales, como demuestra que atesora un balance favorable ante los sevillistas desde los albores del presente siglo. En sus 13 visitas a Nervión, el Sevilla sólo le pudo vencer en tres, ganando los malagueños en cinco y empatando otras cinco. Con 30 goles sevillistas y 35 malacitanos. La victoria local más reciente hace justo un año (enero 2015) fue por 2-0, con goles de Bacca y Denis Suárez, en un partido pleno de ímpetu y ardor, una referencia válida para repetir este sábado. En las tres últimas citas en Nervión se dieron los tres resultados posibles (0-2, 2-2 y 2-0).
Gameiro (9) y Charles (7) personifican la eficacia goleadora de ambos equipos