Vuelve un clásico de Primera División. Una visita a Cornellá de buenos recuerdos y que suele ser propicia para los intereses sevillistas; un estadio donde no pierden desde marzo de 2010. Seis años después, el duelo -siempre disputado entre ambos equipos- llega con un Espanyol en horas bajas, que huye del descenso, ante un Sevilla que debe cambiar el chip europeo. Será este domingo la penúltima oportunidad de ganar fuera de casa en la Liga y apurar sus opciones de la 5ª o 6ª plazas. Un calco del Molinón. De nuevo, otro rival liguero afronta la cita como ‘una final’, al acumular cinco encuentros sin vencer y ver cómo sus perseguidores se le acercan. Como a los astuarianos hace una semana, a los catalanes les va la vida. Pero la exigencia de los sevillistas les obliga a pelear al máximo cada pleito; también en la Liga.
Calco del Molinón, a los locales les va la vida y al Sevilla atar plaza europea
Tras la dura pugna en Ucrania, las rotaciones de Emery estarán a la orden del día. El próximo jueves en Nervión puede volver a ser histórico si el Sevilla FC consigue el ansiado billete para otra final continental. Pero mientras eso llega, la cita liguera hay que atenderla como corresponde a un equipo que debe terminar la competición doméstica en su sitio y dando una buena imagen. La responsalibidad y el respeto a la competición así lo demandan. En terreno blanquiazul ha firmado muy buenos resultados en sus cinco últimas visitas. Tras su derrota (2-0) en marzo de 2010, en los años posteriores sumaron tres victorias y dos empates a goles. Primero un 2-3, al que siguieron dos tablas (1-1 y 2-2); luego el recordado 1-3 (Fazio, Vitolo y Bacca), en noviembre de 2013, que cortó de raíz la nefasta racha de más de un año sin ganar fuera (entre 2012 y 2013), yéndose arriba el equipo. Y el más reciente triunfo 1-2 (Bacca e Iborra) en agosto de 2014 del curso pasado, con oficio y acierto.