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Sergio Rico atrapa un balón en el pasado derbi liguero
Primer Equipo

UN PORTERO DE PRESENTE CON MUCHO FUTURO

24/12/2015
Entradilla
Sergio Rico exprime su espectacular 2015 y reafirma la fuerte apuesta que el club hizo por él
Cuerpo Superior

Pronto se decidió por querer defender los tres palos, debido a su admiración por su hermano y a que quizás para el dribbling ya había otros mejor dotados. Eso sí, en valentía no le ganaba nadie, a pesar de que el estirón que le ha llevado a sus 194 centímetros no lo dio hasta los 13-14 años. Su familia siempre ha estado a su lado en todo momento y él, cariñoso como pocos, lo lleva grabado a fuego. Es como si esa dedicación absoluta para con él simbolizara que todos, cada domingo, se encarnaran en Sergio, bajo el escudo del Sevilla FC, para hacer fuerza y que no que entre ningún balón en las redes que actualmente honra defender.

A pesar de su corta edad, estamos ante uno de esos futbolistas que ha ido cociéndose a fuego lento, quemando etapas, sin saltos bruscos. A los 16 años comenzó a entrenar con el primer equipo, aunque fuera ocasional. Sus actuaciones con el División de Honor, campeón de la Copa de Campeones en Lepe con Diego Martínez, su competencia con Julián en el filial, el poder trabajar, codo con codo, con su ídolo Andrés Palop… todo ha ido metiéndolo en su mochila de aprendizaje. La que ahora tiene que abrir cada domingo para mostrarle a Unai que debe darle la camiseta de titular.

Su futuro, e incluso su presente, está aún por escribir. Sin embargo, está claro que Sergio Rico no es ese chaval calladito que soñaba con jugar en el Sánchez Pizjuán, que de pequeño eligió ser portero con ese anhelo, no. Sergio es ya una realidad, la última incorporación de la factoría de Utrera, de esos jugadores que comenzaron a jugar en campos de tierra con un sueño por cumplir. Esta temporada, al igual que la pasada, está siendo suya, con un papel claramente protagonista.

"Empiezas a vivir cosas que siempre has visto por la tele", dijo tras jugar en Rotterdam en la Europa League

¿Quién le iba a decir el pasado 24 de agosto de 2014, tras la tristeza de caer derrotado en el debut liguero de Segunda B, en el municipal de Arroyo de la Luz, que ése iba a ser su último partido con el filial y que, a partir de ahí, todo sería meteóricamente distinto? Da igual, incluso si alguien hubiera venido del futuro a contárselo, no le hubiera creído. Ni él ni su familia ni nadie. Pero la campaña pasada, ésa que comenzó en un pueblecito de Cáceres, terminó en Varsovia defendiendo con honores la portería del a la postre tetracampeón europeo. Es de película, pero muy real. Las lesiones de Beto y Barbosa le dieron para mostrarse en las jornadas 3 y 4 de Liga y, en segunda instancia, para agarrar la camiseta de su Sevilla en la jornada 21 y ya no soltarla más. En Europa sumó la friolera de 11 partidos. Más allá de la finalísima o las semis –jugó todas las eliminatorias menos la vuelta de cuartos en San Petersburgo-, Unai Emery quiso ponerlo a prueba en ambientes hostiles como en Rotterdam, cuando el equipo se jugaba mucho. Rico lo recordaba meses atrás en la revista Football Club como algo espectacular: “Ves la grada, los gritos, las bengalas y piensas ‘¡madre mía la que tiene que aguantar el portero ahí!’. Empiezas a vivir cosas que siempre has visto por la tele: ese ambiente, 45.000 personas animando sin parar… se te ponen los vellos de punta”.

Cuerpo Inferior

Acabó la temporada 14-15 como un héroe, pero en esta presente campaña tocaba ganarse nuevamente el puesto. Nada estaba hecho aún. Por lo pronto, la Supercopa de Europa tuvo que verla desde el banquillo en detrimento de Beto y no fue hasta la cuarta jornada cuando alcanzó la titularidad. De este modo comprobó que cada día tiene una reválida, lo cual, sin duda, le ayudará a ser mejor portero.

Psicológicamente es un chico fuerte. Las circunstancias le obligan a ello, puesto que la portería del Sevilla FC en general y su figura en particular son susceptibles de debate antes y después de cada partido. Parece que actualmente está el asunto más calmado pero, como se suele decir, hasta no hace mucho le habrá pitado mucho los oídos al canterano porque no se ha dejado de hablar de él un instante. Cada alineación, cada parada o cada no parada estaban en tela de juicio. Eso no es fácil de saber llevar para nadie… y para un chaval de 22 años, menos. “Date cuenta de que si estás en un Club como el Sevilla, es por algo. Cualidades tienes que tener, pero si tu mentalidad es negativa o no crees en ti mismo, esas cualidades no van a llegar a ser las mismas. Siempre una mentalidad positiva, ganadora y competitiva es muy importante. Yo trabajo muy a menudo con mi representante ese aspecto y me está ayudando bastante”, reconoce el jugador.

Sergio está jugándolo todo –a excepción de la Copa del Rey- pero su experiencia le demuestra que ahora en 2016 deberá luchar vorazmente por la titularidad con el recuperado Beto, a quien considera un apoyo muy importante dentro del vestuario, más allá de lo que se pudiera pensar por ser dos competidores para un mismo premio. Debutar en Champions ha sido un sueño pero rápidamente es algo que ya está absorbido para su hoja de trabajo. Poder abrazarse con una leyenda viva como Gianluigi Buffon, ídolo para cualquier portero, y con el pase a la Europa League bajo el brazo tras ganarle a la Juve fue todo un gustazo. Y es que cuando el meta italiano debutó en la Serie A italiana, ¡Rico tenía solo dos años!

Un 2015 inolvidable: Varsovia, Selección, Champions, primer derbi...

A esto le podemos sumar el hecho de ser un fijo para Vicente del Bosque. El de Montequinto es un asiduo al combinado nacional aunque no ha podido debutar aún. Cuando más cerca estaba de hacerlo, se suspendió el partido contra Bélgica por riesgo terrorista. No obstante, es evidente que es tenido en cuenta como portero de referencia cuando llegue el cambio generacional.

Y antes de terminar el año, su primer derbi, para que no falte de nada. Lástima que su debut de fuego en este tipo de duelos no se saldara con victoria. Al menos podrá recordar que mantuvo la puerta a cero siendo prácticamente un espectador de lujo.

A sus 22 años –hasta el próximo septiembre no cumplirá 23-, Sergio Rico acumula ya más de 50 partidos con el Sevilla FC, casi 20 de ellos en competición europea. “Cuando entré en ese vestuario por primera vez, me senté en una esquinita y miré a mi alrededor. Ahí estaba Kanouté, Luis Fabiano, Renato, Palop… ¡Yo estaba flipando!”. Ahora esa frase pertenece ya al pasado. Sergio es todo presente y futuro en su Sevilla FC.