El Celta hizo lo que quiso, como quiso. En el minuto 15 Nolito dio el primer golpe, con una jugada personal magnífica. Weiss asestó el segundo latigazo con un disparo en el balcón del área. El Celta hurgó en la herida y si no caían más fue porque le faltó efectividad, pues pisaba área cuando de verdad se lo proponía.
Viendo la sangría Unai reaccionó sacando a Kronh-Dehli por Vitolo, con el fin de meter algo de pulsión en la zona ancha. El danés, que fue de lo mejor, sirvió para hacer el torniquete y en el descanso, con la entrada de Llorente por Banega, se apostó con firmeza por abrir el juego y buscar continuos centros al área. La apuesta le salió bien a Unai y en el minuto ocho Llorente recortó distancias. Mariano y Coke tuvieron varias llegadas a la línea de fondo con mucho peligro y Krohn-Dehli se estrelló con el larguero.
Ausentes en la primera mitad, la reacción posterior no fue suficiente
En su mejor momento, el Sevilla no tuvo la fortuna para hacer diana y consumar su arranque de dignidad y el Celta, que estaba sólido, supo resistir y encarar los últimos minutos con oficio, aprovechándose de la desesperación que progresivamente iba haciendo mella en los locales. La salida de Konoplyanka tampoco cambió nada. En realidad, el choque se había perdido mucho antes y todo intento era en vano.
FICHA DEL ENCUENTRO
1. SEVILLA FC: Sergio Rico, Mariano, Andreolli, Kolodziejczak, Coke, Krychowiak, N'Zonzi, Reyes (Konoplyanka, m. 73), Éver Banega (Llorente, m. 46), Vitolo (Krohn-Dehli, m. 29) y Kevin Gameiro.
2. RC CELTA: Sergio Álvarez, Hugo Mallo, Sergi Gómez, Cabral (Fontás, m. 58), Jonhy, Augusto, Wass, Pablo Hernández (Radoja, m. 62), Orellana, Iago Aspas (Guidetti, m. 79) y Nolito.
GOLES: 0-1, minuto 15: Nolito. 0-2, minuto 26: Wass. 1-2, minuto 54: Fernando Llorente.
ARBITRAJE: Jaime Latre, aragonés. Expulsó por doble amarilla a Jonhy en el descuento. Amarillas Sergi Gómez, Éver Banega, Krychowiak, Iago Aspas, José Antonio Reyes y Hugo Mallo.
INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la cuarta jornada de la Liga BBVA disputado en el estadio Ramón Sánchez-Pizjuán ante unos 36.0000 espectadores espectadores. Antes del encuentro se entregó la insignica de oro de la entidad a Manolo Costas, el central gallego de la década de los sesenta y setenta.