Discurso cargado de emotividad y elogios el de un presidente orgulloso de entregar el IX Dorsal de Leyenda a Antonio Álvarez, el “Mariscal del Área", el Líbero por excelencia de Nervión, la encarnación de la elegancia en el corte, el cinco de mirada al frente y de salida de balón majestuosa. Casi 30 años después de tu marcha, Antonio, tu Sevilla, el club de tu vida, se pone en pie y reconoce tu excepcional trayectoria, colocándote a la altura de los más grandes, en el olimpo de nuestros dioses, con Juanito Arza, Busto, Marcelo Campanal, Achucarro, Valero, Paco Gallego, Lora y Curro Sanjosé”.
"Es difícil echarse a la cara a un hombre de tu calidad y bondad humana"
370 partidos y 13 temporadas le hicieron importante, “pero tu estilo, tu clase y distinción con la pelota siempre abrochada a tu selecta zurda, te hizo imperecedero en el corazón del Sevilla FC y hoy te convierte en leyenda”, continuó el presidente. “Hace poco escuché una frase que me gustó sobre el éxito laboral. Decía algo así como que lo fundamental para ser un buen profesional es ser una buena persona. Como futbolista se ha hablado mucho y bien de ti, Antonio, tanto en tu época de jugador como en este mismo acto. Pero como persona, yo que te conozco y te aprecio desde hace muchos años, puedo decir con rotundidad que es difícil echarse a la cara a un hombre de tu calidad y bondad humana. Uno siempre se tiene que alegrar del éxito de los suyos pero, si además se trata de alguien como tú, la alegría es mucho mayor, sin duda”.
“Estoy convencido de que la clave de tu éxito, en el fútbol y en la vida, es ésa, Antonio, tu forma de ser. Don Rafael y doña Amalia, sentiros muy orgullosos de la educación y valores que le habéis dado a vuestro hijo. Este Dorsal de Leyenda en cierta medida también es vuestro, así como del resto de la familia Álvarez-Mesa. Porque, al final, un hombre es él y sus circunstancias”, añadió.
"Hablar de Antonio es hacerlo de una persona que jamás renunció a su sueño"
Y continuó: “Hablar de Antonio Álvarez es hacerlo de una persona que jamás renunció a su sueño, incluso teniendo que dejar por ello en el camino lo que más quería. Venir a Sevilla dejando a su familia en Alemania tuvo que ser muy duro, pero Antonio tuvo la entereza suficiente para pelear por su anhelo, el de ser jugador y triunfar en el Sevilla FC. Incluso cuando hubo dudas, Antonio, perseveraste y continuaste apretando. Y en tu caso se demostró que el que la sigue la consigue y que el triunfo en ocasiones es para los que no se rinden. Bendita conversación entre tu padre y Pepillo, el Stuka que nos trajo un defensa de esos que quedan para toda la vida”.