Noveno partido en casa del Sevilla Atlético y primera derrota como local, en un partido en el que los sevillistas no merecieron tal castigo, pero cayeron presos de un Reus que fue fiel a sus características. Aunque los sevillistas manejaron el balón con más criterio y se acercaron con peligro a los dominios de Edgar Badía, el Reus esperaba con las líneas muy juntas y buscando velocidad al contragolpe.
En el segundo tiempo, una de esas transiciones acabó en penalti sobre Jorge Díaz, que él mismo se encargó de transformar. Aunque se volcó en ataque y contó con el empuje de la grada, el filial no logró la igualada y sufre su primer tropiezo en Nervión.
Ya sabía el filial que se iba a encontrar con un equipo rocoso y que da pocas opciones, algo que en los primeros minutos ya se atisbaba sobre el césped. Con la novedad de Aburjania, que arrancaba de la izquierda para entrar por dentro, el equipo sevillista buscaba a Edgar Badía con paciencia. Eso sí, los primeros en avisar fueron Máyor y Carbiá, aprovechando un par de errores en la salida de balón. Borja Lasso tuvo la primera de peligro de cabeza, pero quizás la más clara de la primera parte fue para Aburjania.
El Reus se mostró muy rocoso
Tras un centro del propio Borja al segundo palo y un error de la defensa catalana, el georgiano se queda mano a mano con Badía, que acierta a enviar a saque de esquina. Se fue apagando el equipo de Natxo González conforme se acercaba el descanso e incluso acabó dando por bueno el empate al intermedio, ya que a diez para el final la tuvo muy clara el filial con un dos para uno de Marc Gual y Borja Lasso, pero el colegiado pitó una incomprensible falta de Gual antes del pase definitivo.