Al Sevilla FC no le bastó con dominar la posesión en El Madrigal para imponerse en un choque que en realidad quien más opciones tuvo de ganarlo fue el Villarreal. El equipo de Jorge Sampaoli fue incapaz de traducir su dominio en ocasiones, errando casi siempre en el último pase, con demasiadas imprecisiones. Las ocasiones, numerosas y claras, las tuvo el conjunto local, pero Sergio Rico estuvo inmenso y salvó un punto que habrá que hacer bueno en la siguiente jornada.
Después de la arrebatadora imagen dada por el Sevilla el pasado sábado ante el Espanyol, estaba por ver si como visitante y ante un rival directo el equipo nervionense iba a exhibirse de forma similar. No fue así, fundamentalmente porque sus constantes llegadas se perdieron en malas elecciones en el pase final, pero también porque el equipo lució mucho más comedido, jugando con un solo delantero y con cuatro atrás, si bien Mariano se proyectaba en ataque como carrilero.
El dominio sevillista fue estéril y todo el peligro se redujo a un ramillete de centros inofensivos de Mariano
En los primeros compases, de hecho, el protagonista fue el Villarreal, que con una presión sofocante atoró a los hispalenses y generó peligro. Sin embargo, una vez que Franco Vázquez y Vitolo empezaron a ayudar en la salida de la pelota el Sevilla tomó aire y comenzó a mostrarse en ataque, aunque abusando de las subidas por banda de un Mariano que puso cerca de diez centros al área a lo largo de todo el partido. El brasileño, como el resto de jugadores en los metros finales, no tuvo su idea.