El Sevilla FC se siente indomable. El ya eterno pentacampeón de la Liga Europa quiere más... Su hambre de títulos no tiene vuelta atrás y se niega a cerrar su semana mágica de una forma testimonial. Enfrente tendrá al mejor equipo, con su once de gala, pero torres más altas han caído. Los de Emery -en esta cita inédita en Copa del Rey- tiene la propulsión perfecta que proporciona el título europeo -su mejor baza- para ir a por todas. Ya sabe lo que es ganarle este curso a los culés y en la retina de los aficionados sigue vivo el canto al fútbol de Tiflis, el alfa imborrable, que se merece este domingo el inolvidable omega de un cierre histórico.
Si Tiflis fue alfa imborrable, Madrid merece ser inolvidable omega de un curso de leyenda
Los sevillistas -ante toda Europa- fueron protagonistas del lujo futbolístico de agosto. Sevilla y Barça, iniciaron el curso en Georgia como campeones del año pasado en la fiesta anual del fútbol europeo. Ahora se vuelven a ver las caras en la celebración por excelencia del fútbol nacional, ambos con un nuevo entorchado en sus vitrinas. En el camino, los nervionenses suman 63 partidos por 62 de los barcelonistas, un trayecto largo y costoso, pero dando la talla de principio a fin en los cruces eliminatorios. El ya vigente campeón de Liga ante al campeón de la Liga Europa. Es, sin duda, el broche de oro de los campeones. Con un premio añadido: conseguir doblete copero para soñar. Con gran fuerza mental, para creen en la gesta, soñar y disfrutar.