Trondheim. 9 de agosto. El día señalado en rojo en el calendario por el sevillismo ha llegado. El día en el que, dos años después, Real Madrid y Sevilla FC vuelven a medir sus fuerzas por levantar una Supercopa de Europa. Entonces, en 2014, el privilegio lo tuvo el conjunto capitalino. Hoy, año 2016, el fútbol otorga la oportunidad a los nervionenses de resarcirse y poner en liza el fútbol que ha ilusionado al máximo a lo largo del verano amistoso tras amistoso. Ilusionado y de tal forma que Nervión está a punto de colgar el no hay billetes.
Y todos ellos, ya sea desde la ciudad noruega, aportando además su aliento, o desde Andalucía, asistirán al primer encuentro oficial de Jorge Sampaoli al mando de la nave hispalense. Un buque que ha adquirido a base de trabajo y sacrificio una imagen distinta, unas estructuras remozadas y al que espera un horizonte cargado de sueños.
Es la puesta de largo oficial de Jorge Sampaoli
El primero, esta noche en el Lerkendal Stadion, donde ante un Real Madrid plagado de bajas, el Sevilla habrá de trabajar con ahínco la presión adelantada que ha logrado enamorar a su afición; la tan ansiada posesión de balón que quita el sueño al técnico argentino y, sobre todo, mantener la concentración necesaria de cara a medir con sumo mimo los tiempos del partido.