El partido homenaje a Antonio Puerta se preveía inmejorable y así fue. Ensayo general para los de Berizzo, que ponían este jueves el punto y final a una pretemporada que encara su recta final a seis días de la ida de play off de Liga de Campeones. Algo que se notó. Puso toda la carne en el asador un Sevilla que apenas dejó a los de Di Francesco manejar a su antojo. Bajo la batuta, una vez más, de Éver Banega, el cuadro nervionense decidió imponer su ley desde temprano, aunque el gol se hizo esperar hasta verse cumplida la hora de juego, cuando Escudero bate a Alisson para hacer el primer tanto de la noche a pase de Nolito, autor del segundo. Dzeko acortó distancias ya en el descuento.
Pero los intentos de batir al meta romano comenzaron pronto. Correa, Montoya y Ben Yedder lo pusieron a prueba en los primeros compases del choque, antes de que Nolito y Corchia tuviesen que sustituir al propio Correa y Mercado, ambos con molestias. Tampoco el rival se quedó atrás. Una falta de Kolarov obligó a lucirse a Rico, que acto seguido achicó ante otra acometida, esta vez de De Rossi.
El Sevilla supo capear a todo un rival Champions que vino a Nervión a competir
Completa primera mitad de los sevillistas, que mejoraron considerablemente atrás, línea en la que destacó el mejor Lenglet, y supo frenar a todo un rival Champions que vino a Nervión a competir. Así lo siguió demostrando tras el receso, cuando tuvo la más clara en un remate de Drefel que se estrelló en la madera.
Punto de inflexión tras el que el Sevilla metió una marcha más y la tuvo Krohn-Dehli, de cabeza, que acertó a despejar Alisson. Nolito, ávido, cazó el rechace pero acabó tapado por Manolas. Nzonzi se sumó a la fiesta, máxime tras la salida de Pizarro, lo que le permitió dar un paso adelante en su posición.