English
عربي
中文
日本語
대한민국 - Soon
Con el de ayer, Wissam Ben Yedder acumula ocho goles en doce partidos oficiales con el Sevilla FC esta temporada. Pasa por un buen momento en su carrera y además se aproxima una cita perseguida por cualquier futbolista de élite, como es un Mundial. El atacante hasta hace sólo siete años defendía la elástica de la selección francesa absoluta, pero de fútbol sala. Sin embargo su sueño era triunfar con el balón sobre el césped y abandonó las pistas para lograrlo.
Ahora juega la Liga de Campeones y quiere volver a enfundarse la elástica bleu, aunque sabe que la competencia es más que feroz. Sin duda su rendimiento de aquí a mayo con el Sevilla FC será el que marque, con la aprobación del seleccionador galo Didier Dechamps, si Wissam Ben Yedder acude a Rusia este verano defendiendo la bandera de su país de nacimiento. La próxima oportunidad llegará el viernes, cuando se conozca la convocatoria para los amistosos del conjunto galo ante Gales y Alemania los días 10 y 14 de noviembre.
Túnez persigue la convocatoria de Ben Yedder, aunque el delantero sigue firme en su idea de ir al Mundial con Francia
Sin embargo, todo hace indicar que tendrá disponible otra vía para estar en el Mundial si Francia no termina de apostar por la presencia del goleador sevillista. Se trata de la selección de su país de origen, Túnez. De hecho a pesar de haber nacido en Sarcelles, al norte de París, Wissam también tiene la nacionalidad tunecina, pues es desde allí desde donde su familia emigró a Francia. Sin ir más lejos, ya cuando Ben Yedder terminó de explotar en Francia e incluso era asiduo con la selección sub-21, el combinado norteafricano pensó en él para convertirle en pieza clave de las Águilas de Cartago, como se conoce al conjunto norteafricano.
En Túnez no tiran la toalla, más aún a sabiendas de que están a un sólo punto de certificar su vuelta a una fase final mundialista, algo que no saborean desde Alemania 2006. Sin embargo, a día de hoy Ben Yedder sigue dispuesto a continuar derribando puertas y volver a ponerse este verano aquella camiseta que ya pudo defender sobre el parqué hace sólo siete años.