Sexto y último partido del Grupo E de la Liga de Campeones, en el que el Sevilla FC tiene la obligación de seguir remando sin tregua para no quedarse en la orilla de los octavos de final de la máxima competición continental. NK Maribor-Sevilla FC es el enésimo reto europeo para cerrar una fase que, salvo el feo lunar moscovita, los nervionenses han afrontado con nota, mostrando garra, oficio y talento cuando hubo que hacerlo.
Llega a la fría cita de Eslovenia, habiendo firmado dos empates (2-2 en Anfield y 3-3 en Nervión) ante el Liverpool y las dos victorias en el fortín de Nervión frente al rival de este miércoles (3-0) y el Spartak (2-1), al margen del resbalón citado. Un total de ocho puntos, a uno de los ingleses (9) y tres sobre los rusos (6); a los sevillistas les bastaría sumar uno más al margen de lo que ocurra en Liverpool. Pero los de Berizzo-Marcucci van metalizados en buscar la victoria, ya que -dependiendo del otro duelo- podría incluso terminar líder de su grupo.
Los dos goles eslovenos llegaron en el 85' y el 92', por lo que es importante hacer los deberes antes para evitar riesgos de última hora
El conjunto esloveno -muy centrado en su liga- no tiene ninguna opción de seguir en Europa, pero desea concluir la fase de grupo con una buena imagen. Sus dos puntos los sumó ante el Spartak (1-1 en sendos duelos) tanto en casa como fuera. Y en ambos partidos los peleó hasta el final, ya que logró igualar en los minutos 85' (Bohar) y 92' (Mesanovic), respectivamente. El equipo ruso los dejó vivos y lo pagaron. Quiere decir, por tanto, que el Sevilla ni puede ni debe dejar este miércoles los deberes para el final del choque, sino tratar de cerrarlo con prontitud para evitar contratiempos y sustos de última hora. Todo lo que no sea poner tierra de por medio en el tanteador puede ser un riesgo añadido. Emular al Liverpool no es mal ejemplo.